La tarde-noche en la sala Caracol empezó con Grippers sobre el escenario, quienes calentaron a conciencia el ambiente para lo que vendría a continuación.
Para quienes no los conozcan diremos que son un cuarteto que hacen punk rock en inglés. Formación clásica con cantante (Mery), bajo (Raquel), guitarra (Markitos) y batería (Félix). Muchos de los presentes en la sala habían ido atraídos por esta banda, que ya goza de un buen número de seguidores.
Empezaron con «Fires of revolution», canción que también abre su disco “Adicction”, de 2016, que fue la base de su actuación. Dicho disco fue grabado en su local de ensayo de forma artesanal, y está disponible también en vinilo, editado por Potencial Hardcore. Tocaron todas las canciones que contiene dicha obra en el siguiente orden: «Forget, Roots», «Sometimes», «Addiction», «Friday Night», «I Don´t Care», «Let´s go», «Straight to Hell», «Ready for the Fight» y «Hope». Además de las anteriores pudimos disfrutar de «Kasete», «Rise of the Puppets», «Wild in the Streets», «Disgrace», «Overrated», «Defiance» y «Heroes», que todavía no han sido grabadas.
Decir que Mery no para en ningún momento de moverse por todo el escenario e interactuar con sus compañeros y hasta de encararse con el público si es necesario o lo requiere el momento, resultando ser una perfecta front woman, y sus compañeros despliegan toda su solvencia a la hora de tocar sus instrumentos para hacer entrar a los asistentes en su juego.
Antes abrir las cortinas del escenario para que empezara el turno de 13 Bats pudimos degustar el estreno del corto que presentaban esa noche. Eso sí, advirtieron que a nadie se le ocurriera grabarlo pues lo iban a presentar a concursos. En las dos pantallas de la sala pudimos ver una historia de cine negro ambientada en 1928 –una estética que el grupo ha utilizado en más de una ocasión- en la que algunos de los personajes son Big Joe, las siamesas asesinas y Thirteen Bats, por supuesto, que van a dar un concierto en el garito –el bar El Boliche de Puente de Vallecas, convenientemente decorado y atrezado para la ocasión- en el que se desarrolla la mayor parte de la acción y durante el que suena “Dead man´s destiny”.
La portada del nuevo disco de 13 Bats sucedería en un hipotético fotograma de la última secuencia del corto, que no se llega a ver. No desvelamos más. Mejor que lo descubráis vosotros.
Arrancaron con “Hell Nation”, de su último trabajo Next Move. Enseguida Dani tumbó el contrabajo sobre uno de sus costados y, subido al otro, siguió tocando, dentro de la vistosa puesta en escena con la que el grupo suele aderezar sus actuaciones. Mientras tanto Albert se movía de un lado para otro del escenario rasgando su guitarra, embutido en una camiseta de tirantes, en tanto que Carter no dejaba de aporrear la batería.
El segundo tema que interpretaron desató la euforia del público, pues se trataba, nada menos, de la versión de “Run to the hills” de Iron Maiden también del último disco; llevada a su terreno, claro está: el punkabilly. Es una reinterpretación fantástica que le da un aire totalmente distinto a la original, salvo en el estribillo, que es calcado. “My God is Daf”, también nueva, fue ejecutada previamente a que recordaran “Virus 187” y “Wrong Side”. Después regresaron a “Next Move” con “Quick Sand”. Tras ella los asistentes corearon incansablemente eso de los “Colonos de Marte no pueden regresar”, quizá porque es una de las pocas canciones en castellano de 13 Bats.
“Tragic Night” y “Black Thunders”, fueron otras de las nuevas canciones que tocaron esa noche. En esta última invitaron a un club de patinadoras a que subieran al escenario con ellos. Y allí estuvieron las chicas, bailando y haciendo coros. Un momento divertido de la noche fue en el que el cantante de Matando Gratix, que estaba en primera fila, atento al estribillo de otra de las nuevas canciones de 13 Bats, se acercó a una chica con rasgos asiáticos y le dijo: “Te lo digo en chino:Wo Hen Jingcha”.
Anteriormente, e intercaladas entre los nuevos temas también cayeron clásicos de la banda como “Riot”, “Feel the Noise”, “Frankenstyle” y ”Let´s Lynch the Landlord”, versión de Dead Kennedys que hicieron en su homónimo primer disco.
Mientras tocaban “Skeleton Girl” Dani desplegó dos grande alas de murciélago de la parte de atrás de su contrabajo, y a mitad de la canción un tubo que había en el escenario comenzó a lanzar pequeños murciélagos de cartulina negra sobre el público, que no paraba de bailar.
Hubo bises, que previamente habían advertido al público que tendrían que pedir con fuerza si querían que los hicieran. En ellos tocarían “Hombre Primate”-la cual explicó Dani que es una canción que trata sobre el capitalismo salvaje-, “Cecil”, “Toilet Man”, “Godfellas”… y hasta una versión de “The Leader ” de The Clash.
El concierto podría haber acabado perfectamente con “Jack Daniel´s End” y su pegadizo estribillo, muy coreado por cierto, pero lo hizo con “Bomb Extra”, al final de la cual Dani se despidió diciendo: “Así es la vida… Aquí están los 13 Bats”.
Crónica y Fotos por: Luis Miguel del Campo