Llegó el temido momento, aunque en la anterior vez, en la que Lendakaris Muertos anunció un fin de gira, la noticia vino de la mano de otra, un parón indefinido. En esta ocasión, viene a secas, pero se junta con el comienzo de gira de Ska-P y el nuevo disco del grupo madrileño. Si ha esto le juntamos, las veces que Aitor, insinuó en Gruta 77, que se iban a suicidar como banda, tocaba remangarse la falda en caso de despedida definitiva. Y así lo hicimos, por si acaso, una dosis de Lendakaris al cuadrado. Aunque Diario de un Rockero, solo movilizó a los drogolegas, para el concierto de la sala Moon, del viernes 18 de Enero del 2019, os puedo contar un poco del otro. Pero antes, vamos a hablar de los teloneros, del evento que nos ocupa: Anti Idols.
El grupo local, con apenas seis años de formación, ofreció un gran espectáculo pese al hándicap de saber, que todas las entradas estaban vendidas, pero allí, no estaba ni el oso panda. No obstante, hay y seguranmente habrá más oportunidades de verles, la próxima, el 1 de marzo en la Fun House, presentado su nuevo disco «Últimos Días». La actuación comenzó con “La enfermedad”, incluida en dicho disco, en donde comenzamos a percatar las cosas que hacen de Anti Idols, un gran grupo. Entre ellas cabe destacar, el gran conocimiento que posee Juanma de su instrumento, el bajo. Con él, y como si de una guitarra rítmica se tratase, deja libre al verdadero guitarrista, Xabi, que asume el papel de guitarra solista, y aporta brillo con sus punteos y riffs. Sin olvidarse de Bolo, voz principal del conjunto de punk rock, y Davino, a la batería, que en los temas más cañeros, son los encargados de aportar rabia y fuerza respectivamente. En temas como los que sonaron esa noche, que no dejaron a nadie indiferente. Entre ellos, destacaron “Cierra los ojos” y “Vuelve a soñar”, incluidos en su anterior trabajo, Sensación de victoria. Sobre el escenario, no se tomó ni un respiro durante las cinco primeras, y una vez llegados a ese punto, el frontman se dirijió al público con un escueto <Buenas noches, Somos Anti Idols>, y dió comienzo así, uno de los mejores temas de la noche: “En Otra dirección”. La sucesión de música de la buena, se mantuvo hasta el fin, si tengo que elegir entre las mejores, me quedo con “La espiral”, “Otra vez”, y las que siempre van juntas, como si de una se tratase, “Sensación de victoria” y “En la memoria”. Tras las cuales se despidieron con su particular versión de “Filler”, tema de la mítica banda estado unidense de principios de los ochenta, Minor Threat.
La sala, que se fue llenando a medida del transcurso del concierto anterior, estaba ansiosa por el inicio de Lendakaris Muertos. Llegado el esperado momento, con sus compañeros en posición, Aitor cogió carrerilla, para dar comienzo con un <si, si, si, policia si!> En esa ocasión, a diferencia con la noche anterior, Aitor no sufrío daño por el pequeño espacio del escenario de Gruta 77, que le llevó a calcular mal, y acabar tragandose uno de los altavoces. Con un escenario con la amplitud necesaria, para que realicen todas las muestras éscenicas, a las que el grupo Pamplonica nos tiene acostumbrados, se vieron más cómodos en La Mon, pero no hay duda, que la noche anterior fue muy especial, debido a la intimidad del evento. Aún así, la calidad en el sonido, inclina la valanza hacía la antigua Penélope, en dónde se dieron baños de masas, más grandes y más largos en temas como por ejemplo en “Héroes de la clase obrera”, cuando bajaron Jokin y Joxemi junto con Aitor, a tocar el tema desde la pista. Nada nuevo, pero a todos nos gusta que Aitor se acerque, y nos de un micronazo en la boca, nadie se la devuelve, todos responden cantando un <vi-o-len-cia en acción>, y tan agusto. Sonaron más de treinta canciones, para el fin de gira en Madrid cada noche, hubo tiempo para comerse los morros, adorar a la selección española y visitar en varias ocasiones la cola del baño. Pero también para reirse del panorama vasco, con temas como los “Urrusolo Sistiaga I y II”, “ETA, deja alguna discoteca”, y de la situación general con “Hungara chungara” y “Marido y mujerta”. Tras la sudada, se despidieron con una de sus canciones más emblemáticas, “Oso Panda”. Cerrando así, un ciclo de tres años sin descanto, en la amplia historía de Lendakaris Muertos, con muchas incógnicas, que esperamos que se resuelvan pronto, con noticas en forma de nuevo proyecto y nuevas giras.
Por más noches punkrockeras así!. Agur.
Crónica por: Willy Copa.
Fotos por: Zule