El sábado 18 de diciembre del 2021, volvimos a las andadas con Diario de un Rockero. La ocasión era idónea, por delante teníamos dos bandas, Free City desde Punkcela y los locales, Kamikazes, presentando su nuevo disco «Fuego Polar».
Tras meses de espera, Free City fue el primer grupo que hemos visto en la sala Independence de Madrid, sin tener que estar sentados en una mesa. La espera mereció la pena, ya que delante, se encontraba un grupo que lleva ya trece años a sus espaldas y no deja a nadie indiferente con su punk rock con tintes de hardcore melódico. Es posible que Free City a muchos de vosotros os suene, ya que han estado dando vueltas por el territorio nacional con grupos como Desakato. A los que no, decir que el concierto lo empezaron con una breve frase: “Somos Free City de Pucela y hemos venido a quemar este escenario”, acto seguido, comenzaron a sonar los primeros acordes de «Fantasmas», un tema con una letra un tanto melancólica, que nos metió de lleno en el concierto. Como si el reloj les molestase, nada más terminar con la primera, siguieron con «Enemigos del Destino», otra de Visiones, su último disco. Y así, otra vez sin respirar, continuaron con «Veneno», canción extraída de su álbum Duelo, la más cañera de este grupo de tres, con la que ya si, tras finalizar tomaron un pequeño respiro. Pero fue pequeño, aún quedaban grandes temas como «Versos Como Balas», «Cada Día Es El Final» y «Autoestigma». A parte de esto, tocaron unas cuantas canciones más, hubo un clásico Bis cuando aún faltaban cinco temas, entre ellos «En Este Lado de Fuego», el tema sin batería que consiguió estremecer al público. Para despedirse, eligieron «Espejo Negro», dejando así el listón muy alto y al público con ganas de más Punk Rock a ritmo del Hardcore.
Tras un breve descanso en el que se llenó la sala de repente, los Kamikazes, que son un «Caso Aparte», dieron comienzo a la presentación de «Fuego Polar». Acordes locos, un ritmo fluido, con corte incluido para que entrase la voz en off de Kata, caracterizaron el primer tema en directo que sonó de su nuevo disco. También quisieron recordar sus temazos antiguos, que en tan solo dos años de formación, les han llevado hasta aquí, así que siguieron con «Niños Perdidos», que podría decirse que es una tema autobiográfico. La tónica del principio del show, fue más o menos esa, una del nuevo y otra del antiguo, sonó «Agravantes», luego «Nada Es Eterno» y «Somos Leyenda». Tras esta última, llegó el primer cameo de la noche con Hugo Laborda, actual batería de No Konforme y exbatera de Envidia Kotxina, que se sentó en el sillín de Kimi para tocar «Se Va a Caer». El que no pudo estar fue Panxo de Zoo, para salir a cantar en «Diez Puntos de Sutura», aún así pudimos escuchar ese tema en el que destacan los ritmos de la batería, sobre todo el de los puentes, que es como reggaetón, pero muy rápido. Al que sí que le pusimos falta, fue a Peke Wambo que tampoco lo consiguió, pero le recordamos cuando sonó «Hijos de la Derrota». Quién no faltó fue Anita Kuruba, que nos sorprendió e iluminó la sala con su voz, cuando salió a cantar su parte de «Con Todo». Pero la noche no terminó ahí, tocaron muchas más canciones y también pudimos ver a Bruno de Kaos que salió para «Cosa Nostra», una tipa del publico subió al escenario con su novio, invitados por los artistas con el pretexto de cantar, pero era una encerrona, ya que la muchacha pidió la mano a su chico y este entró por el aro. En definitiva, un gran concierto, con un poco de todo, digno de un grupo revelación como es Kamikazes. Para finalizar, Free City subió al escenario para tocar la canción conjunta que tienen, «Sin Domesticar».
La velada fue perfecta, pero siempre hay un subnormal que la jode, en este caso, el portero cocainómano de la Independence, que una vez concluido el espectáculo, la tomó con uno de los asistentes que se encontraba sin molestar a nadie, pero muy borracho. Por suerte, un amigo del señor borracho al que intentaron sacar de una forma denigrante del local, intervino e intentó razonar con aquellos seres a sueldo con sed de sangre. El amigo del susodicho borracho, era un señor con cresta de 1,90 de alto aproximadamente, que me sorprendió primero por su amabilidad y serenidad, ya que llegó a pedir por favor más de cuarenta veces para que soltasen a su amigo. Ante la negativa del señor encocao, el punky decidió grabarles y se empezó a llevar varios manotazos, a lo que el punky siguió respondiendo con por favores. La cosa no fue a más, hasta que salieron del local, cuando el punky les pidió perdón de parte de su amigo y uno de los porteros cocainómanos le soltó un puñetazo, que solo rozó al punky. En ese momento, me volvió a sorprender otra vez, ya que el punky empezó a repartir hostias a los tres porteros, hasta que estos desistieron y se metieron corriendo en la sala. Desde aquí me gustaría pedir a las salas de conciertos y promotores, que no contraten a violentos cocainómanos para estos eventos, que la mayoría vamos de buen rollo y no buscamos problemas. Espero que estos seres despreciables hayan aprendido la lección, y deseo mucha suerte a estas dos bandas, que son la rehostia. Hasta la próxima punkasoles.
Crónica por: Willy Copa.
Fotos por: Rebeca Lietor
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