InicioCrónicas de conciertosMANOLO ARIAS - LA CAVERNA (MADRID) Aromas y esencias clásicas

MANOLO ARIAS – LA CAVERNA (MADRID) Aromas y esencias clásicas

Hablar de Manolo Arias a estas alturas de la película, es citar a un músico, compositor y productor, apasionado por las seis cuerdas, curtido en mil batallas y parte indispensable de la historia del rock de nuestro país. Su nada desdeñable currículo, le ha hecho ser parte de formaciones como Yerba, Jerusalén, Dios Ponce, Corazones Negros, Sobredosis, Niagara, Bella Bestia, Panzer, Muro, Motores, Ars Amandi, Monterrey y Atlas entre otros. Actualmente continua con los legendarios Ñu y con su proyecto personal, bautizado con su primer apellido, que es el que nos ocupa en estos instantes.
Su primer trabajo en solitario fue una gratísima sorpresa para todos los que le seguimos desde hace tiempo, pues sabíamos que tenía composiciones macerando a la espera de encontrar hueco, y este llegó en un momento en el que el mundo se detuvo con la fatídica pandemia, que sin embargo algunos como Manolo aprovecharon para culminar sus proyectos aparcados. El álbum salió en 2020 y ya había ganas de saborearlo en vivo.

La presentación en sociedad de «No Estoy Para Nadie» fue en la céntrica sala madrileña de La Caverna, situada en la calle Echegaray, en pleno barrio de las letras y entre dos templos de la cerveza artesana, lo que suponía un binomio irrechazable para nosotros. Entre amigos, familia y seguidores conseguimos abarrotar una sala, que aunque no era demasiado grande, tenía el mérito de competir contra cenas y saraos navideños, aparte de la abundante oferta actuaciones en las salas de la capital.
Para este concierto Manolo se acompañó de algunos de los músicos que grabaron el disco, como el vocalista Julio Dávila y el bajista Julio Gutiérrez “Guty”, compañeros de su etapa en Monterrey, además del batería Fernando Cobo, recordemos que fue Carlos Lillo el que grabó el disco, al que no veíamos con los parches desde el homenaje a Manzano y que siempre recordaremos por los entrañables Hiroshima. Y como novedad y apoyo en la guitarra, contaron con Glory Díaz, una jovencísima guitarrista que es alumna de Manolo y que mostró un gran desparpajo y soltura.

Su repertorio se basó lógicamente en su ópera prima, que desgranaron al completo salvo uno de los temas, aderezándolo con tres toques de Monterrey, que para eso estaban muy bien representados.
A ritmo de rock and roll empezaban con “Todo Lo Di” erigiéndose el dúo Julio-Manolo, como uno de los grandes atractivos de la noche, pero con una base rítmica de auténtico lujo con Julio y Fernando. El sonido de la sala era bastante limpio y nítido con un Michel Molinera a los mandos de la mesa, que hizo que cada instrumento estuviera en su lugar.
Toda una delicia escuchar un impecable ejercicio de hard rock de la vieja escuela, con auténticos himnos como el maravilloso “Tú Por Tu Lado, Yo Por El Mío”, ejecutado con muy buen gusto y con ese feeling que desprenden agrupaciones que llevan tiempo juntas, que saben transmitir al público y donde sus gestos de complicidad con sus miradas son más que evidentes.

Dos píldoras de Monterrey como “Tensión” y “Náufrago” pusieron ese toque sureño que impregnan sus discos y que nos encanta, aunque los haga una rara avis por estos pagos.
“Perdida En Mi Mente” y “Fuego En Mi Memoria” ponían un poco de pausa sobre las tablas, pero ahí es donde Julio, al que Manolo reconocía su clase diciendo que “si Paul Rodgers fuera español sería este tío”, realizaba un gran ejercicio vocal con esa calidez que nos cautivaba a todos. Es increíble lo poco reconocido que está este músico!

Una de las canciones más emotivas fue “Solo Yo”, con unas líricas compuestas a medias por Julio Dávila y Nuria Romero, presente en el concierto y a la que dedicaron el tema, que trata sobre los padecimientos de los enfermos de fibromialgia.
Una de nuestras favoritas como “Bailarás Para Mí”, sonó en todo esplendor, con un excelso Manolo Arias, mostrando destellos de su clase, pero sin ejercitar la autocomplacencia del mástil, y además sin tratar de eclipsar a Gloria, a la que arroparon muy bien entre todos para que no pesara sobre ella, la experiencia de sus compañeros.

La triada final vendría con el tema que da título y abre el disco, el adictivo “No Estoy Para Nadie”, dando paso después a la melancólica y preciosa balada “Ya No Tengo Tu Amor”, dejando para el broche final “No Necesito Más”, una brillante composición de Monterrey, que para quien no la conociera, diría que es de Arias en solitario, puesto que las líneas que separan las composiciones de ambas bandas son casi imperceptibles.

En resumen, una noche de reencuentros, de amistad, de puro y genuino hard rock imperecedero y con músicos que volvieron a su hábitat natural, para deleitarnos con un repertorio apto para saborear en vísperas de las fiestas navideñas.

Crónica y Fotos por: José Luis Martín

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