El mes de agosto en la capital este año ha sido más movido que en otras ocasiones y a los festejos de los barrios se le sumaban algunos conciertos internacionales como el que nos ocupaba, con los thraserhs americanos Heathen y los cartageneros Ángel Negro como invitados.
El disco «El Despertar», que autoeditaron en el año 2022 Ángel Negro, nos causó una grata impresión cuando lo pudimos escuchar y teníamos muchas ganas de comprobar si esas sensaciones se iban a refrendar en directo. Hay que decir que a pesar de que el sonido de la sala Silikona no era todo lo bueno que nos gustaría, Ángel Negro cumplieron con nota y con una entrega máxima.
Desde el primer momento el sexteto salió muy enchufado al ritmo de “Mercenario Íbero”, con un vocalista como Fernando Cifre con una potente y desafiante voz. Lógicamente iban a repasar su único trabajo casi al completo con cortes como “Alteras Mis Sentidos” o “Sin Salida”, uniéndolo con el reivindicativo “Hijos del Mal”.
En el sonido de la banda desarrollaban una gran labor los guitarristas Vicente Buyo “Mesi” y Adrián Rechina “Rocky”, apoyándose muy bien en una sólida base rítmica con el bajista Samuel Patrón “Sam”, el teclista Alejandro González “Jandro” y la pegada del batería Daniel Gutiérrez.
Aderezaron su actuación con las versiones de dos de las bandas referentes dentro del heavy metal nacional, como son Tierras Santa y su “Alas de Fuego” y Saratoga con “Maldito Corazón”, que tuvieron muy buena acogida.
Con “Rompe el Silencio”, que fue el primero de los dos temas de adelanto que nos presentaron de lo que será su nuevo álbum que verá la luz en 2025, nos mostraron su lado más sensible y nos dijeron que si alguien en algún momento necesita ayuda, es muy necesario que la pida. “Donde Habitan los Sueños” fue otra de las nuevas canciones, en una onda muy Saurom y con un toque folk metal, aunque en directo no llevaban el apoyo de la flauta y el violín que aparece en estudio.
Su heavy metal melódico y coreable nos dejaba una buena muestra con “No Seré Como Tú”, en el que nos animaron a levantar los puños y cantar con ellos. Aunque su propuesta musical distaba bastante de lo que íbamos a presenciar después, Ángel Negro cumplieron muy bien su papel de grupo invitado, dejándonos ver las posibilidades que tienen si siguen trabajando y creciendo en directo como grupo.
Arrancaban los de San Francisco con “Dying Season”, ante una sala que presentaba una gran entrada, aunque sin llegar al lleno, con un corte de su trabajo «The Evolution of Chaos», el primero realizado tras la reactivación en el año 2001. Los que hayan visitado la sala Silikona, ya saben que es compleja de sonorizar, sobre todo cuando hay grupos con un batería que tiene una gran pegada, pues el sonido de las cajas se come al resto de músicos y además se daba el caso de que el micro de David White no funcionaba todo lo bien que deseábamos y su voz era apenas audible. Canciones como “Opiate of the Masses” o “Empire of the Blind”, no pudimos disfrutarlas con plenitud, aunque posteriormente notamos que fue mejorando algo.
La predisposición de la banda con el entregado cantante White al frente y el gran trabajo el que realizaron sus dos hachas, el dinámico Kragen Lum (Prototype) y el eficaz, aunque serio y hierático Kyle Edissi (Invicta), les permitió mantener el intenso nivel durante toda la actuación. El gran atractivo del show era disfrutar de ellos como cabecera de cartel, tras sus recientes venidas abriendo para Exodus y Overkill.
De entre el público se escuchó una voz femenina que gritó “I Love You”, dirigida hacía algún componente de la formación. Llegaba después “Breaking de Silence”, que daba título a su debut discográfico de 1987, dentro de un repertorio muy bien distribuido y equilibrado entres sus dos épocas, que abarcaban sus cuatro álbumes de estudio. Canciones como “Blood to Be Let”, “Control by Chaos” o “Mercy Is No Virtue”, iban cayendo con un ritmo trepidante y unos desarrollos instrumentales que mantenían al público muy entregado y activo.
Apenas se tomaron una tregua y no necesitaron de esos aburridos solos para alargar su actuación como acostumbran otras formaciones. “Sun in My Hand”, un demoledor y aplastante “Death by Hanging” y tras una larga intro, un tremendo “Hypnotized”, nos mostraban todo el potencial de Heathen, una lección de trash metal de corte muy técnico y elaborado.
En el final llegaba “The Blight”, de su su última propuesta discográfica «Empire of the Blind», y del que tocaron hasta cuatro cortes, muestra de la confianza que tienen en él.
Antes de concluir, White nos agradeció la asistencia, contándonos que habían pasado seis maravillosos días en España y que este era el último concierto de la gira. Que mejor manera de despedirse con un bis que hacerlo con el inmenso “Goblin’s Blade” de sus inicios, que puso punto y final a un soberbio show, solo deslucido por los problemas con el sonido. Ahora a esperar el nuevo disco que saldrá el próximo 2025.
Fotos y Crónica por: José Luis Martín
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