Clara Palomares deja Ekyrian. Inicia una nueva andadura por separado con Celtibeerian. Aquí ha estado un total de 4 años casi 5.
Compartimos el comunicado oficial que ha dejado en sus redes sociales Ekyrian a continuación:
Aquella pequeña raterilla que se coló antaño como polizona en nuestra despensa, al fin logró hacerse con el tesoro y ha puesto pies en polvorosa.
Dad una fuerte despedida a Clara, que desfilará por la tabla floja al acabar su actuación mañana en Liruprint Fest, si sobrevive a los tiburones seguramente volvamos a dejarla subir a bordo a recordar viejos momentos cuando nos crucemos en el mismo puerto.
«Cuando me colé por primera vez en este barco, no me esperaba tamaña travesía.
Los años formando parte de esta loca tripulación me han enseñado muchas cosas. Junto a mis compañeros he recorrido muchas leguas, trazado mapas y atracado en mil puertos. Hemos sufrido, reído, afanado algún tesoro, reparado algún agujero que otro en la nave… y hasta escuchado los cantos de las ballenas.
He crecido como persona y he aprendido todo lo que se puede lograr con determinación; incluso en los momentos en los que no hay tierra a la vista.
Pero es el momento de decir adiós. Marcho antes de que el escorbuto se lleve mis últimos dientes. Ahora que hemos llegado a la tierra de Ekyrian, abandono este navío, sabiendo que sus velas siempre estarán hinchadas y sus bodegas bien avitualladas.
A todos los seguidores y amigos que he conocido en este viaje, muchas gracias por el apoyo y el cariño. Sabed que el barco sigue un rumbo firme, y que cada vez llegará más lejos.
A mis camaradas les agradezco estos años de vida compartidos, y sé que seguiremos fondeando juntos en las tabernas.
P.D. No os molestéis en buscar el cofre, lo tengo yo. A cambio os he dejado un barril de licor café en la bodega. El de grog ya se había derretido.»
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