En un movimiento estratégico que redefine el panorama cervecero en Madrid, La Caníbal ha adquirido las instalaciones anteriormente ocupadas por Mad Brewing. Este paso no solo representa una expansión significativa para la marca que ya tienen hecha, sino que también el fin de la existencia de la antigua cervecera madrileña, ya que es absorbida por su homóloga.
Con la nueva adquisición, La Caníbal no solo amplía su presencia en el mercado cervecero, sino que también da un salto considerable al tener su propia fábrica. Este desarrollo cambia drásticamente el juego para el grupo cervecero, permitiéndoles controlar aún más la calidad y la producción de sus cervezas artesanales.
Mad Brewing, ahora integrada en La Caníbal, canalizará sus esfuerzos hacia la elaboración de cervezas artesanales bajo el paraguas de su nueva matriz. Esta estrategia busca fortalecer el proyecto de La Caníbal en la capital, consolidando su posición no solo como una cervecería, sino como un referente gastronómico en Madrid.
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La visión del grupo hostelero se centra en potenciar no solo la fabricación de cerveza, sino también el aspecto gastronómico. La sinergia entre el restaurante y la producción de cerveza propia se convierte en un componente clave de su propuesta, ofreciendo a los clientes una experiencia integral que combina la excelencia culinaria con la autenticidad de sus cervezas.
Con varios locales ya establecidos, La Grifería en la calle Antonio Leyva 2, La Caníbal en la calle Argumosa 28, suma ahora un nuevo establecimiento. La antigua fábrica de Mad Brewing, ubicada en el polígono industrial Julián Camarillo, que se convierte así en el nievo local adquirido, y más significativamente, porque pasa a ser su propia fábrica. De este modo, dejan de ser nómadas.
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