Todavía recuerdo con nostalgia la primera vez que escuché algo de Bella Bestia y fue con su proyecto embrionario llamado Piel Metal, a comienzos de los ochenta en el programa de radio “Disco Cross”, del malogrado periodista y locutor Mariano García. Un par de años después cambiaron a su nombre definitivo y se prodigaron mucho en directo, sobre todo por la zona centro, sonando con frecuencia en los programas de radio de la época y llevados por el recordado Javier Gálvez, que fue manager de todos los grandes grupos de hard and heavy de los ochenta en la comunidad de Madrid. No llegaron a subir a la primera división de grupos como Barón Rojo, Obús o Sangre Azul, aunque llegaron a vender una cantidad de discos considerables y se ganaron el cariño de muchos de nosotros por su música y su estética glam, tan en boga por entonces en la escena internacional.
40 años después de su creación y tras aparecer de forma irregular e intermitente en los últimos años, nos citaron en la sala Nazca para despedirse de los escenarios, rodeados de algunos músicos que han pasado por la banda, invitados especiales y de un montón de amigos y seguidores desde tiempos pretéritos.
Para abrir el concierto invitaron a los barceloneses Crash Bone, de los que teníamos muy buenas referencias por su primer larga duración «Tendencia Homicida», un gran trabajo que salió en 2020 en plena pandemia, y que no tuvo el reconocimiento que merecía, ni se pudo presentar en directo, hasta hace poco en su ciudad de residencia y esta noche en Madrid.
La banda liderada por el guitarra y cantante Danny Bones nos ofreció una buena sesión de hard rock enérgico y potente, dando cancha al citado álbum, que tocaron en su integridad, y junto a las canciones de su primer disco, el EP «Mi Adicción», y la versión del clásico de Billy Idol “Rebel Yell”, completaron una entretenida hora de actuación, que se nos pasó volando y eso es un detalle que habla muy bien de ellos.
Notamos algunos cambios en la formación, pues ya no estaban, ni Pablo Nogueira a la guitarra, que en solitario se presenta como Paul Redwood, ni José Ignacio Uría a la batería, que si tocó en el concierto de la Bóveda de Barcelona y al que conocemos desde los tiempos de Regresión. Junto al bajista Ho Low Cost, volvía a la formación el batería Pol Esteban, que actualmente lleva las baquetas de los thrashers catalanes Violblast, y el puesto de guitarra lo ocupaba David Rebollo, que fue miembro de Reaktion y que ahora milita en Ktulu.
Iniciaron su actuación con la poderosa “A Fuego”, única canción que repiten en sus dos trabajos hasta la fecha y consiguieron captar la atención del público, que aunque desconocedor de su repertorio, si seguía con interés su actuación.
Danny mantuvo muy bien el tipo, con su particular voz rasgada, y llevando muy bien las riendas de una remozada banda, que para nada mostró signos de debilidad, con una base rítmica muy sólida y un guitarra que supo estar a la altura.
Destacaría especialmente canciones como “Quiero Más”, “Sincero”, el enérgico “Sueño” y la pegadiza “El Rock de las Excusas”. Supieron aprovechar muy bien su tiempo disponible y ganarse para la causa a nuevos seguidores que a partir de ahora no les perderán la pista. Esperamos que sigan creciendo con su siguiente trabajo y que nos vuelvan a visitar para mostrar su evolución.
Setlist:
A fuego
La puerta de atrás
El hombre de la máscara de hierro
Sueño
Tendencia homicida
De qué quieres hablar?
Quiero más
Sincero
Rebell Yell
De Madrugada
Mi adicción
El rock de las excusas
Dónde las noches
Gasolina
Y llegaba el turno para la banda que fundaron José María San Segundo “Pepe Mary” y Tony Acebes hace la friolera de 40 años, y que contó en esos inicios además con el vocalista Tony Cuevas, que pasó después por Niagara, el guitarrista Manolo Arias, ahora en Ñu, y el batería Enrique Ballesteros, al que le perdimos la pista después de salir de Coz. Para estos dos últimos bolos, el de Barcelona y este final, incorporaron al vocalista Frank Vázquez, un inquieto y versátil cantante, que forma parte de otras bandas como Cherokee, Nova Era o Alejandría (el tributo a Sangre Azul), y al batería asturiano afincado en Madrid, Alex Prados (Intermezzo, Vendaval). El resto de la formación la completaron los guitarristas Roberto Gutiérrez (Arkania) y Miguel Ángel López “Cachorro” (Panzer, P.I.N.A., Coz, Rosa Negra) junto al propio Pepe Mary al bajo.
Y que mejor manera de arrancar que con “Bella Bestia”, el tema que les dio nombre y que enchufó a toda la sala desde los primeros acordes. Aunque había un poco de saturación en el sonido, se solventó enseguida y fue óptimo durante toda la noche.
En “Aquí no hay ni Dios” se daba la paradoja que se tocaba en una sala totalmente abarrotada, y donde muchos de sus seguidores cantaban los temas de inicio a fin. Fran que se ayudó del teleprompter, tuvo algún lapsus con la letra, como ocurriría más adelante, aunque pidió disculpas posteriormente. Hay que tener en cuenta que tanto Fran como Alex dieron su segundo y último concierto con la banda y la falta de rodaje era comprensible.
Los efectos de cachorro con la guitarra daban paso a “Rompecuerpos”, en el que las voces del público eclipsaban por momentos a los músicos, para continuar con “Vuestra Verdad”, del único trabajo de su última etapa ‘Violando la ley’, y del que se cumplían diez años de su lanzamiento.
De vuelta a los clásicos con “Rockanrolero” y “No Fuiste Capaz (duele)”, de su álbum debut, con la banda muy animada al ver la reacción del público, ante unas líricas que les evocaban tiempos pretéritos que nunca volverán.
En “Súbete A Mi Piel”, salió al escenario la primera invitada de la noche, la vocalista Elena Criado, que también se encarga de las voces en el otro proyecto de Pepe Mary, PM, y que fue la primera y última vocalista que se arrancó a cantar con Bella Bestia. Aprovechó para felicitar al “maestro”, cantando el cumpleaños feliz con el público.
El siguiente invitado en aparecer fue el cordobés Manuel Escudero, que volvió a reactivar a Sacramento, y al que pronto volveremos a ver de nuevo por el foro con el musical de Triana. Su dúo con Fran en “Muévete Por Ti” fue de lo mejor de la noche.
El momento más emotivo de la noche fue cuando algunos de los familiares de Pepe Mary subieron al escenario, acompañados por un David T. Valera, que es el cantante que más tiempo ha permanecido en la banda y recuperado en parte de su situación familiar, y por Pancho Martín, otra de las voces más reconocidas de Bella Bestia. Llevaron una tarta para que soplara las velas y un bajo de color blanco, mientras se volvía a entonar el cumpleaños feliz y su hijo Rubén se quedaba para cantar con todos “Háblame”.
Turno después para un músico con una larga trayectoria en la escena barcelonesa como es el vocalista y guitarra Óscar Lecina, que ha pasado por formaciones como Dragonslayer, Hapax, Blue Dinasty, Rose Avalon o Combustión y actualmente al frente de Mechanix Megadeth Tribute. Se mostró muy entregado y junto a Fran hicieron una gran interpretación de “El Gran Mago”.
Uno de los momentos álgidos de la noche fue cuando David subió de nuevo para interpretar “Ardiendo en la noche”, demostrando que domina los temas de la banda y justificando su larga estancia en el grupo. Teniendo cerca a Fran y a Pancho, su estilo de cantar era el que más se acercaba al de su época dorada. Pepe Mary agradeció después a todos los invitados su asistencia y recordó a los miembros que pasaron por la banda, a Javier Gálvez, y a su primer manager Salvador Arevalillo, haciéndole subir para recibir una ovación. Según me contaba mi amigo Manuel, a mi lado durante el concierto, este hombre fue uno de los privilegiados que pudo ver a Jimi Hendrix en la isla de Wight.
Se despidieron momentáneamente, esta vez sin invitados con “Clasificado XXX”.
Para los bises volvieron los tres vocalistas al escenario para enfrentarse a uno de sus temas más emblemáticos como “Nosotros No”, dejando Pancho claro que ese “no” iba para los que no deseábamos la guerra. Después de que él agradeciera el trabajo y esfuerzo de Pepe Mary por la banda, se quedó solo con “Cachorro” para interpretar “Maldito Silencio”, un corte de su tercer disco «¡No, Cariño, No!», que curiosamente nunca habían tocado en directo, y donde se recordó al recientemente desaparecido Javier Kierchebén.
Y el fin de fiesta llegó con “Puntapié En El Trasero”, su canción más celebrada y con todos los invitados en escena, cantando mientras el público la coreaba, sabiendo que eran los últimos instantes de una formación muy querida por los que vivimos esa época.
Evidentemente no fue el mejor concierto de Bella Bestia que hemos visto durante su trayectoria, pero si sabemos apreciar el esfuerzo y el cariño que se puso para llevarlo a cabo y para rememorar por última vez grandes clásicos que hicieron muy felices a los asistentes en una noche de despedida con un gran ambientazo.
Y para terminar la sesión sin esa sensación de vacío que nos deja una banda cuando se retira, podemos apuntar que Pepe Mary sigue en la brecha con su otro proyecto bautizado como P.M., grabando en estos momentos su nuevo álbum.
Set list:
Bella Bestia
Aquí no hay ni Dios
Rompecuerpos
Vuestra verdad
Rockanrolero
No fuiste capaz
Súbete a mi piel
Muévete por ti
Háblame
El gran mago del rock
Ardiendo en la noche
Clasificado XXX
Bises:
Maldito Silencio
Nosotros no
Un puntapié en el trasero
Crónica y Fotos: José Luis Martín
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