Pues un concierto más para reseñar, hoy toca Chica Sobresalto. Pero antes un poco de trasfondo para entender mi punto. Este grupo era desconocido para mi hasta que mi amiga Laura y compañera del podcast el Camarote de Darwin, divulgamos ciencia de forma divertida y… ¡uy, perdón! que me enrollo haciendo promoción. La cosa es que me dijo que ella había ido de concierto y que estaba muy chulo, así que googleé un par de canciones que me convencieron y vi que tocaba en Madrid, así que decidí ir a verla en vivo. Esto lo cuento desde el punto de vista de alguien que no era fan acérrimo del grupo y que fue a verlo con relativa objetividad.
Por otro lado, su participación en el festival de Benidorm y sus aspiraciones a Eurovisión, la han ayudado a popularizarse en las últimas semanas. Sin tener en cuenta las polémicas que eso es tema para otro debate.
Aún así, hubo un lleno absoluto en el céntrico Teatro Eslava (también conocido como Sala Joy Eslava). Con apertura de puerta a las 20:00 y arrancando puntualmente a las 21:00.
Un arranque con una fuerte ovación por parte un público sorprendentemente entregado. Porque a Chica Sobresalto no le aplaudían, le dedicaban verdaderas ovaciones de devoción. En un primer momento choca a alguien no tan fan suyo como era yo, pero a lo largo del concierto me demostró que era merecedora de dicho cariño por parte del respetable.
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Comenzaron con temas como “La Estrella”, siendo este inicio una descarga de “Dopamina” y “Adrenalina” (el chiste viene porque el nombre de estas moléculas coincide con el de sus canciones). Mención especial en “Adrenalina”, donde Samantha Gilabert salió al escenario para cantar a dúo.
Por cierto, vamos a hablar del vestuario del grupo, cosa que no hago mucho en mis crónicas. Por un lado, los músicos llevando un look de camisa marrón y parte inferior de color gris casi negro como si fueran repartidores de mensajería. Esto contrastaba con lo que la vocalista vestía, pues llevaba una mezcla de botas de operario con una falda blanca larga y un top que recordaba ligeramente a los estilos de bailarina exótica con mucho metal pero con un acabado que no sabría definir bien, una combinación en apariencia disonante pero que les otorga una marca propia reconocible y a la vez representa la rebeldía de poder vestir lo que quieras. Porque como dijo ella misma “No quiero que me cambien por Shakira”.
Y en verdad esta crónica es compleja pues Chica Sobresalto además de tener un amplio repertorio de registros que van desde algo más punk a otra cosa más melódica y adorable en los diferentes temas. Porque te puedes topar con el registro más agresivo “Selección Natural” o su single “Mala Feminista” con un estilo más rebelde que cantó con DeTeresa. Mientras que con “Virgen de Luz” se pasa a un tema más íntimo, que además fue una canción nueva presentada en directo en homenaje a la abuela de Chica Sobresalto y a todas las mujeres que no pudieron ir a la escuela y que al no saber escribir solo firmaban con una X, de ahí el símbolo que representa al grupo.
Pero esto es una montaña rusa emocional a la que se incorporó la canción “El Hogar”, que es un tema que incluyó una performance, lo cual enriquece aún más si cabe la actuación. Tras lo cual tocaron “Bailando Raro”, canción en el que bajaron de escenario y aparecieron entre el público a bailar y cantar mientras coreaban estribillos de canciones como “Yo quiero bailar toda la noche” o “Me paso el día bailando”, mientras el público entregado disfrutaba moviendo el esqueleto como si estuvieran en una fiesta. Y de nuevo volvieron con “La Torre” con un registro presentaba áspero y duro que arrancaba con la voz del bajista y…
¡Ah sí! Aún no os mencioné a los componentes principales del grupo, que a pesar de su sobrio vestuario lograron brillar igualmente. Para empezar Gorka Cia a la guitarra demostró profesionalidad aunque es cierto que me hubiera gustado ver un solo suyo, pero no se puede tener todo. Aritz Legarrea vertebra el grupo con la percusión de la batería, la cual adaptaba en algunos temas, aportando pero sin solaparse con los otros instrumentos, cosa que a veces ocurre en otros grupos cuando opaca otros sonidos, pero en su caso no fue así. Marta Iricibar aportó con su teclado con el prácticamente igualaba con la batería a la hora de marcar el ritmo, además en algunas canciones aportaba su voz para complementar a la vocalista. Por último, mi favorito fue Ander Arlegi (Txapa) que con su falda no paraba de mover los pies mientras se movía cual Angus Young en el escenario pero siempre en su sitio para no cruzarse ni entorpecer la actuación, además aportaba con un pequeño teclado situado en el centro del escenario y la voz en algunos temas haciendo coros. Y para cerrar tenemos a Maialen Gurbindo que aparte de tocar la guitarra acústica en ocasiones, tiene un registro de voz tremendo capaz de darle un tono y potencia únicos a los temas, su voz es algo especial, de esas que no solo cantan la letra, sino que llenan la sala con una esencia propia que se refleja en la cara del público, que por cierto coreaban todas las canciones al dedillo.
Pero bueno ya para ir cerrando tocaron temas como “Bella Rareza”, siendo la primera vez que la tocaban en directo), “La Monogamia” o “Navegantes». Pero el último tema contó con la presencia de otro invitado más: Diego Arroyo, el compositor del tema “Poquita Cosa”. Un final redondo para un concierto que acabo con un aplauso de esos de los que farda Rafael cuando termina un concierto.
Un espectáculo completo con variedad de temas, ritmos, invitados, reivindicaciones y lleno de emociones que no deja indiferente a nadie. Y buena música, por supuesto.
Crónica por: Guillermo Rodríguez
Fotos por: Marta G Paniego
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