Fue un concierto el dado por Rulo y La Contrabanda con un sabor y un toque muy especial que me gustó muchísimo por la cantidad de matices musicales que vi desde el primer segundo de su actuación en el escenario. Rulo se ha embarcado en una serie de conciertos por teatros que nos lo trae en un formato acústico muy preparado y dando la vuelta a sus temas de manera fantástica.
Ver el escenario como una estación de tren de Reinosa con el tren estacionado en la via nos va a llevar a un viaje musical hasta París pasando por Madrid y como en cada tramo del viaje nos van transmitiendo las canciones de manera envolvente.
Y este viaje comienza con Rulo llegando a la estación solo y de forma íntima regalándonos “Confeti”, que desprende una intensidad abrumadora para conectar con “Verano del 95”, en donde ya está acompañado por su banda con un sonido y arreglos que, junto a “Cómo Venecia Sin Agua” navegamos en tesituras musicales del rock más Americano que entronca con Cash o Dylan, sin duda una gran sorpresa musical que se continúa con temas como “La Balada del Despertador” o el vibrante “Heridas de Rock and Roll”.
“Buscando el Mar” es bucólico y tabernero con el acordeón dando un matiz musical que personalmente me toca la fibra y los sentimientos, al igual que me sorprende de nuevo con un toque setentero y folkie en los arreglos de “Buscando En La Basura”. Obvio decir que desde el inicio, todo el público está entregado, algo más que justificado en una actuación y un formato donde musicalmente creo que sorprende y se sale de su zona de confort.
Disfrutando cada segundo de esta exquisitez musical ….y “Noviembre” con sonido intimista y la colaboración al piano de la hija mayor de Rulo, nos hace sentir como si nos abrieran el pecho. Sentimientos a flor de piel que te ponen un nudo en la garganta.
No puedo olvidarme de destacar un canto al desencanto urbanista como es “La Flor”, donde al final de la canción Rulo se baja del escenario para ir repartiendo flores a su público. Un bonito detalle junto a una canción sencillamente preciosa, y que conecta con la intimista y dolorosa “Persiguiendo Sombras”.
Sigo con la boca abierta y disfrutando de un concierto sincero, honesto y muy vibrante que nos lleva a la última parte del show con canciones muy esperadas como “Por Verte Sonreir”, “Cabecita Loca”, “Paqui Palla” y “32 Escaleras”, que nos dejan un excelente sabor de boca y que termina con “El Vals del Adiós“, una sincera despedida que estremece. Gran concierto, gran artista y una honestidad brutal.
Crónica por: Charly Rock And Roll
Fotos por: Mario Tote
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