Rabia hardcore, entre el punk y el metal, escupiendo furia con versos casi rapeados. Los gallegos de Golpe Radikal traen su segundo trabajo de estudio de la mano de Rock Estatal Records. Bajo el título de “Sombras”, el álbum ha sido trabajado por el técnico de sonido Óscar Fernandez, de Estudios Mafia (O Carballiño, Ourense), el cual ha conseguido un sonido que no por nítido pierde una brizna de la rabia y brillante oscuridad que derrocha la formación. Así nos encontramos con un trabajo terriblemente actual por sus letras político-existenciales; profundas, reflexivas y críticas con respecto a la realidad contemporánea.
Desde el primer tema, “Sombras” (que bautiza el álbum), sabemos que vamos a entrar galopando en un mundo de agresividad sucia y callejera, de queja y reivindicación, uno de esos mundos que, por realistas, te invitan tanto a estar como a marcharte. Sin embargo, la brutal batería de Lemark (que no creo que gane para parches y platillos), las desgarradas voces entre el hardcore y el gutural de Suby (agudos desgarrados) y Richi Corsario (la contundente voz grave), los riffs extreme-guitarreros de Cito (que se marca varios solos guapos) y Jorge (el rítmico, con puentes destacables) y el tempo a cuatro cuerdas de Richi Rasta (cuyo bajo suena bien, aunque para amantes de los graves como yo, queda demasiado oculto, que no invisible) dan motivos para quedarse. Siempre, claro, que te gusten el core, el punk, el metal, el rap y toda esa vaina de música para impresentables. Por cierto, el hecho de que hablando de política y compromiso no nos vendan doctrinas, oráculos, ni estatus morales es otro motivo para quedarse: estoy hasta la napia de discursos cliché, como parece que también le pasa a la peñita de Golpe Radikal.
Volviendo a donde empecé a divagar, el tema “Sombras” inaugura el disco con un galope entre el thrash y el hardcore. Le siguen los característicos juegos vocales entre los agudos de Subby y los graves de Corsario. Por turnos nos hablan de una persona acorralada que parece buscar un modo de escapar. Al final, sonoramente, rómpese algo (¿sus cadenas?), justo después de una parte más melódica, con un cierto olor a digitación de black que contrasta con el resto de partes. Este juego de contrastes, junto al de voces, son dos señas de identidad presentes en todo el disco.
Tras “Sombras” viene “Autocensura”, introducida con un sonido digital, aunque de guitarra, al que pronto sigue una segunda guitarra con una distorsión metalera. De este tema me gustan especialmente los esquizos puentes de batería, así como los contrastes entre partes rápidas y lentas, tan propios del sonido core y del grupo. La canción habla de cómo en las redes sociales regalamos nuestra propia información, comprometiendonos. No puedo evitar recordar todo el tema de las censoras condenas de prisión por mensajes de Twitter. No es extraño que Golpe Radikal hablen de esto teniendo en cuenta la admiración que sienten por Def con Dos; además de por peña como Narco, Habeas Corpus, Sick Of It All o Suicidal Tendencies.
Non falo galego, pero por lo poco que entiendo es natural que el tema “Cinzas” se escriba en este idioma. Está dedicado a los incendios que sufrió recientemente esta tierra, esa mierda de acciones pirómanas que tanto están destruyendo los bosques, campos y aldeas galegas por el interés monetario de mafias y constructoras. Golpe Radikal no olvida, y en este tema, que sin ánimo de ofender, llamaría balada hardcore (como lo es cualquier elegía), se luce con riffs melódicos, baterías galopantes y un solo progresivo -en el sentido de que se va acelerando hasta romper con una voces que cantan a coro un emocionante estribillo, digno de ser cantado en directo.
“Nunca Rendirse” es un tema más extreme metalero. En varios momentos instrumentales el tema promete mover melenas como péndulos de la muerte. Una letra brutal (tiene algunos de los mejores versos del álbum) nos habla contra el maltrato y la violencia machista. Merece mucho la pena, pero, sin desmerecerlo, lo dejo a un peldaño del siguiente tema. Y es que “Laberinto” es para mi lo mejor del álbum. No tanto por lo instrumental; ahí no lo tengo tan claro, y me mola mas el riff del tema que le precede. Pero la letra de este tema es acojonante, terriblemente filosófica (y lo dice uno que de eso un poco sabe). Trata -entiendo- de la búsqueda de esa propia identidad silenciada por nuestra reducción a la mera imagen (¿del perfil de Facebook?) que parece pintarse en base a imitar imagenes famosas. Es una canción que habla de cuestiones profundas y actuales, una invitación a mirar introspectivamente en nuestro yo, a luchar contra nuestra reducción a mercancía digital y ganado mercantil. Porque una mirada introspectiva que lucha contra el propio ego, en un acto de rebeldía contra ese yo controlado por poderes casi ocultos, aunque visibles.
“Filósofos del s.XXI” sigue hablando de filosofía, aunque para mi es algo menos interesante, pese a que el mosh con este tema debe estar guapo. La canción habla sobre esos discursos que se dicen filosóficos pero que son de Twitter, quejándose así de todo ese pensar desarraigado y vacío que no permite generar ningún tipo de respuesta ante la realidad presente. “Abre los ojos”, por su cuenta, es un tema que trata de la dificultad de vivir siendo consciente del mundo de mierda en que vivimos. El dolor que genera ver un mundo sin esperanza y en el que ni siquiera parece que podamos ver un final para la desesperación hace brotar estos acordes que invitan finalmente a sacar la ira mediante una lucha en pro del cambio, lucha que al final trae duras consecuencias represivas. Y ojo, en un efímero desliz, se sugiere otra salida, ¿o no la hay? Juzguen ustedes, y disfruten la brillante voz de Suby. Sea como sea, después viene “Miseria”. Tras la crisis económica y con la crisis migratoria, el miedo (¿un modo de decir fascismo?) vuelve a llamar a nuestras puertas, trayendo un nuevo viejo mundo… No se sí me aventuro a decir mucho, pero epa, esto me sugiere. Este es un tema especialmente loco, en cuanto a lo contundente de las vocales (especialmente la voz grave de Corsario) además de por una estructura que me resulta en cierto momento curiosa: correcta pero no cuadriculada.
El principio de la canción “Máscaras” lo lleva principalmente la batería, sin riffs de guitarra aunque con la voz de Corsario encima. Esto resulta muy bien para diferenciar el tema dentro de un disco en el que el ambiente sonoro y las estructuras ni evolucionan mucho ni experimentan demasiado, aunque cumplen su función de retratar este mundo confuso y contradictorio, sucio y abrumador en el que habitamos. Sin embargo, por lo dicho, este tema marca una cierta singularidad. Obviamente, en cierto momento entran las dos guitarras, de las que destacaría un riff que no puede evitar recordarme a cierto tema de Megadeth. La canción habla brutalmente de vivir existencialmente en la calle de todo lo descrito durante el disco. Habla de cómo sobrevivir en la droga y el sufrimiento, cargando la cruz de mundo en que habitamos, como siempre, sin esperanza. Un tema ágil y bruto, el más punky y callejero del álbum. Fucking street hardcore. De lo más pútrido y mejorcito.
Así, terminamos con “Acoso”. El tema está introducido con sintetizadores limpios y sinfónicos, de ambiente gótico, vampírico. Entran las guitarras, y luego un riff muy thrasher que inicia un guapo galope. Las voces hablan al principio picadas, estableciendo un diálogo como al que ya nos acostumbran, pero distinto. Hay momentos instrumentales que van muy picados y a tiempo, y aquí me parecen particularmente finos. El tema habla del acoso, en un sentido genérico. Incide en el papel del acosador como una persona frágil, que trata de imponerse ante otra persona en situación de vulnerabilidad. Esto, sugieren, solo puede cambiarse con educación. Me planteo si todo lo que están reflejando a lo largo del disco no es el propio acoso que nos infringe el mundo, y este tema no es sino una síntesis de todo lo hasta ahora dicho, escuchado. No lo sé, creo que en esta crítica he cargado mucho de mí en las letras y los sonidos, quizás más de lo que toque. Que cada quién saque sus propias conclusiones, y luego, por favor, las intercambiamos en algún cuchitril o soportal, tomando unas birras.
Sea como sea, el sentido global de “Sombras” está claro. A nivel musical no siento que aporte nada nuevo, aunque mantiene una buena calidad tanto vocal como instrumental y particularmente rítmica. Metal, punk y core, pero probablemente sobre todo un hardcore crudo y concienciado, que trata de entender un mundo de mierda que no hay quien comprenda. Las letras me parecen lo mejor, y aquí se ve la influencia del rap, aunque también algo de lectura y reflexión. El disco propone un discurso más profundo de lo que pueda parecer, un discurso que retrata este mundo confuso y apestoso que venimos viviendo desde hace tantas décadas y cuyas escasas mieles dejaron de sentirse tras la crisis. Un mundo en crisis constante, para el yo, el pensamiento, la política, la sociedad, la imagen, la profundidad. La influencia del rap queda patente en el manejo de los dobles sentidos y el juego oscilante entre la definición gamberra y la indefinición ambigua (de lenguaje, no de pelaje). El disco presenta un sentido discursivo, cohesionado por un sonido homogéneo pero pertinente. Esto quiere decir que en no mucho Golpe Radikal necesitará evolucionar y experimentar, ya sea con diversos sonidos o jugando con todas las posibilidades del que tienen; pero de momento vienen con los deberes hechos y sin manchones. Tienen cosas que decir y qué tocar, y eso es más de lo que mucha gente tiene: ahora queda consolidar el trabajo, y seguir dando caña. Sin nunca bajar la guardia, ¡¡mucho animó pa esos gallegos que le dan tan duro!! Y pal resto de la vasca, a escucharlo, que merece la pena (y seguro que esta mierda es aún mejor en bolo, porque sospecho que en escena esta peña se sale). ¡¡Ale, fiesta y rock and roll!!
TRACKLIST
- Sombras
- Autocensura
- Cinzas
- Nunca Rendirse
- Laberinto
- Filósofos del s.XXI
- Abre los ojos
- Miseria
- Máscaras
- Acoso
Zule