Era 31 de mayo y los alrededores de la sala Tempo fueron escenario de lo que sería una emocionante bienvenida. Cristosaurio llevaba varios meses tocando por todo el territorio español y vieron en aquel viernes de primavera una buena oportunidad para volver a casa.
Lo que quizá sí fue nuevo para los escenarios madrileños fue el grupo Clot, que llegaba desde Murcia para ofrecernos un espectáculo lleno de rock y buenas energías. Compuesto por bajo, guitarra, batería y voz, los murcianos cuentan con un recorrido musical del que podemos apreciar su disco “Mil ojos” (2015) y su último trabajo, EP llamado “Aquí paz y después gloria” (2017).
“Muérdago” y “A diario” fueron algunos de los temas que dieron el pistoletazo de salida a lo que sería una noche difícil de olvidar. Pudimos disfrutar también de “La fama” o “Encuentro solar”, además de las inesperadas versiones de canciones tan conocidas como “Hit the road Jack”.
Cristosaurio salía unos minutos después al escenario. Los disfraces, el decorado y la performance fueron el hilo conductor de todo el concierto, tal y como les recordábamos. Pero esta vez los madrileños contaban con un nuevo compañero de gira. Tras la despedida de Jorge Recio como guitarrista de la formación, pudimos ver a las seis cuerdas a Isma Recuenco, nuevo componente de la banda.
“Al verrés” y “Dónde está Paula” fueron las dos canciones que homenajearon a su primer EP “Cristosaurio” (2016). Vestidos de astronauta y sin parar quietos ni un solo segundo lanzaron al público a bailar temazos de su nuevo disco “Mundo encubierto” (2018): “Vente conmigo”, “Qué nos queda” o “El progreso” fueron algunos de ellos.
Pero un buen concierto no solo se compone de buenas canciones, sino de buenos momentos. Cuando sonaba “Dónde está Paula” un par de pancartas y gorros de fiesta se alzaron sobre los asistentes. Parece que el cumpleaños de Álex y Andrés no había sido pasado por alto. Entre confeti y gritos de celebración, el show llegaba a su final. Porque, como bien dicen ellos: son Cristosaurio y esto siempre será una fiesta.
Crónica por: Irene Bezares
Fotos por Abril Carrillo