Def Con Dos no necesitan presentación, su larga carrera musical ha reunido a un gran número de seguidores, y algunos tuvieron la suerte de poderlos volver a ver en Madrid como resultado de su última gira con la que recorren toda la geografía española.
De nuevo volvemos a la sala MON, y de nuevo el grupo empieza tarde a tocar, con una apertura de puertas a las 20:00, no subieron al escenario hasta pasadas las 21:00 con una pitada del público que ya estaba empezando a impacientarse, no dejando muy buena imagen de la organización.
Para evitar estas situaciones debería dejarse indicado hora de apertura de puertas y hora de inicio del concierto, tanto para evitar a gente cansada de esperar de pie como para no quedar mal con un público que se impacienta. Y así, si alguien quiere entrar nada más abrir puertas esperará pero tendrá buen sitio y si alguien llega tarde sabrá a qué hora empiezan a tocar al menos. De esta manera, no tendremos que esperar más de una hora mirando a un escenario vacío con una sala que a la media hora ya había llenado la sala hasta el fondo.
En fin, tras este momento de “señor le grita a una nube” hablemos de la música.
Def Con Dos salió en tromba sobre el escenario con el carácter hardcore que les caracteriza, sin anestesia, a pelo. Con una setlist extensa, la noche iba para largo.
Con clásicos como «Condición de Defensa» y «Acción Mutante» arrancaron su actuación con un público que pasó de cero a cien en un par de compases. Sobre el escenario se movían sin parar mientras ofrecían poses para que los fotógrafos en primera línea de escenario pudieran capturar el momento, tal y como podéis comprobar con las fotos que acompañan a estas líneas.Tras esto nos propusieron que «Juguemos Con Objetos Punzantes». Porque lo suyo es la irreverencia, como demostraron con temas como «Tu Sí que Eres Tontorrón» o «Sigo siendo Heterosexual».
«Ciudad Terror» es la canción con la que dejaron en evidencia los calificativo con los que se les denomina y como no se les ha dejado tocar en algunos eventos por sus letras que pueden resultar ofensivas, pero eso no los ha detenido para llenar una sala hasta la bandera.
A continuación se sacaron de la manga un combo demoledor combinando «Duro y a las Encía», «Magnicidio», «Errores Médicos I y II» y «Los Reyes Son Los Padres».
Y es que este grupo vuelve loca a su audiencia, hasta el punto de saltar al escenario tres personas pasando por encima de los que estábamos en primera fila para que dos de ellos pudieran cantar con sus ídolos mientras se agarraban al micrófono para tener sus segundos de gloria, mientras que el tercero decidió tirarse de espaldas para que le cogiera el público, cosa que obviamente nadie hizo y el espontáneo se pegó un buen costalazo.
Pero esto no detuvo un segundo el ritmo de la actuación que ya llegaba a su ecuador con «Tuno Bueno, El Tuno Muerto» y «Toponoto Blues». Porque algo destacable que compensa el retraso fue la manera en que fusilaban tema tras tema como una picadora de carne, casi sin pausas pero con impases gracias a la manera en que alternan las partes de hip hop con punk, mezclando momentos para cantar los estribillos y para moverte a empujones en los momentos de frenesí. Esto es algo que demuestra una perfección de la fórmula en la que cantando a tres voces se coordinan mientras entran y salen en la canción, pero metiendo solos de guitarra por en medio, algo que requiere una sincronización que solo se consigue con ensayo y experiencia, y a este grupo no le falta ninguna. Quizás el mayor problema fuera la falta del espacio en el escenario, pues siendo seis componentes de los cuales cinco tienen que moverse mientras cantan y tocan, y con el espacio ocupado por la batería, puede resultarles algo incómodo.
Tras esto siguieron con «Armas Pal Pueblo» y «Mutantes Pal Pueblo», dos temas parejos que muestran su rebeldía y estilo más revolucionario. Para después hacer al público a corear «La Culpa de Todo la Tiene Yoko Ono» mientras pasan a un rock ácido y enganchan con «Muertos del Rock» y seguir con esta pedazo de sesión musical que estaban ofreciendo.
No podía faltar una de sus letras más potentes como es «Zombi Franco» para dirigirse a la recta final de un concierto. Viniendo muy a cuento con la temática siguieron con «Mamarrachismo Power» que vino muy a cuento con su anterior tema y con el espectáculo en general.
No falto la nota de humor con «Poco Pan» y «Pánico a una Muerte Ridícula», que sirvieron para aligerar el tono antes de los último compases de la noche. Sobre todo la canción sobre las muertes ridículas que me parecen tremendamente irónicas y curiosas, pero consiguiendo que encaje todo en la letra.
«El Coche No», «AMV», «Ultramemia», «Ellas Denunciaron y «De Cacería» conformaron el remate a un concierto. Para dejarse como guinda «El Día de la Bestia», uno de sus más reconocidos temas, para cerrar con los «Mi Reino por un Poco de Caballo». Por supuesto, no faltó una despedida con «Ciao Baby» con el que dejaron saciado a un público que venía con mucha hambre de música.
La verdad, que la friolera de 30 temas en concierto es una pasada, siendo un auténtiv recopilatorio en el que mostraron de los mejores temas de su discografía. Desmostrando que a pesar de sus más de 30 años sobre los escenario, se mantienen frescos y con las mismas ganas que tenían cuando comenzaron, poniendo en evidencia (y también a parir un poco) a todo el mundo.
Crónica por: Guillermo Rodríguez
Fotos por: Rebeca Lietor
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