En Madrid tuvo lugar el primer festival Escena Rock, que trajo a los madrileños una buena ración de rock, con un cartel prometedor con grandes grupos de producción nacional: Lèpoka, Dark Moor, Leo Jiménez, Saurom, Ñu, WarCry y Obús. Fueron 10 horas de música de calidad que pudimos disfrutar en el pabellón 1 de IFEMA.
Vamos a comenzar por los detalles técnicos y de la organización antes de pasar a lo bueno. La apertura de puertas fue a las 16:10 cuando el concierto comenzaba a las 16:35, habiendo muy poco tiempo para acceder al recinto, además de hacer que la prensa hiciera cola junto con el público, lo cual fue un error para que pudieran prepararse. Por otro lado, hay que mencionar el gran trabajo de los cámaras que grabaron el concierto que se proyectaba en unas pantallas laterales, ofreciendo planos medios, generales y detalle de los artistas para que todos pudieran disfrutar del concierto con total detalle.
Ahora pasemos a lo verdaderamente importante: las actuaciones de los grupos.
La tarde empezó con Lèpoka, con un público que según iba incorporándose se unían a la fiesta, ofreciendo sus temas más importantes de su último disco («Bibere Vivere»), eran la avanzadilla y tenían la responsabilidad de marcar el tono del resto del concierto, lo cual hicieron a la perfección. Durante su actuación pudimos ver al youtuber responsable del canal La Cocina del Pirata que es protagonista del videoclip del tema «Contra Viento y Marea», uno de sus últimos hits que tocaron junto a otros temas como «Golarlodos» «Beerserkers», «Carta a María», «Vodka’n’Roll», «Yo Controlo y Chupito». Sin duda, un comienzo de festival a la altura de las expectativas.
Los siguientes en abrirse camino hasta el escenario fueron Dark Moor, que entraron con el pabellón lleno y listo para seguir escuchando temazos de los grupos asistentes. Abrieron con «Birth of The Sun», para darle tralla al público con grandes éxitos como «The Spectres Dance», «Crossing Though Your Heart», «Druidic Creed» o «Raggle Taggle Gipsy». Manteniendo un ritmo constante tema tras tema, lo cual es una buena manera de mantener al público en caliente, además de respetar el tiempo para no pisar al siguiente grupo. Cerraron con la «Canción del Pirata», famoso poema de Espronceda que todos cantaron a coro para despedirles.
Leo Jiménez hizo una entrada demoledora, como una carga de caballería. Abrieron con «La Era» como canción inicial, con un tema a 4 guitarras que el público disfrutó de principio a fin. Tema tras tema, Leo se fue creciendo con temas como «Misantropía» o «Desde Niño», pero lo mejor estaba por llegar. Con «Mesías», Korpa hizo una colaboración con la que el público estuvo entregado. Y cuando el público no podía sorprenderse más, en ese momento, se sacó de la manga unas versiones de los temas «Maldito Corazón» y «Vientos de Guerra de Saratoga», con las que cerró una actuación espectacular que dejó al respetable a punto de caramelo para el siguiente grupo.
Saurom cogió el relevo, llevando a los asistentes a un «Viaje Mágico», con Miguel Ángel, su cantante, no paró de animar al personal entre canción y canción con ese positivismo que le caracteriza. Sin duda, este fue el punto de inflexión de la noche, se metió al público en el bolsillo desde la primera canción, que no fue otra que «Numen», seguida de «La Posada del Poney», «La Leyenda de Gambrinus», «Músico de la Calle», «Saltimbanqui», «Noche de Halloween», «La batalla con los cueros de vino» o «Vive». Luego llegó «El Carnaval del Diablo» que incluyó a dos zancudas disfrazadas haciendo coros y moviéndose por el escenario, como siempre Saurom no solo ofrece grandes temas, sino que también trae espectáculo. Tras un pequeño receso con el tema «Dracum Nocte», llegó la locura con «El Círculo Juglar» cuando entre el público se formó un enorme círculo donde la gente saltó y bailó con frenesí hasta el final de su actuación, la cual remataron con «Fiesta», «La Taberna» y «Cosmos».
Tras una pausa relativa para recuperar el aliento, hizo su entrada Ñu, que sirvió de grupo «Pulmón» para mantener el ritmo porque ya eran bastantes horas de concierto y el cansancio asomaba, pero la gente quería más. José Carlos Molina comenzó puntual con flauta en mano, arrancando los coros del público. «Viejos Himnos», «No hay ningún loco», «La Granja del Loco», «Preparan», «Algunos Músicos» fueron los primeros temas que tocaron hasta que «Tocaba Correr» reanimó a la gente que de nuevo volvió a recuperarse para seguir con una actuación con solos de guitarra y de flauta que remataron la actuación con «Sé quien», «Manicomio», «El Tren», «El Flautista» e «Imperio de Paletos». «Más Duro que Nunca» fue el himno con el que cerraron una de sus mejores puestas en escena. Sin duda, una actuación que llenó de ánimos a los presentes para la recta final de la noche.
Y alzaron los puños con su llegada, porque los fans de WarCry son legión. Cuando llegaron todo el mundo se acercó al escenario para darlo todo con uno de los grupos más esperados de la noche. La primera canción fue una total declaración de intenciones, con un espectáculo pirotécnico a pie de escenario. Ofrecieron un concierto completo (debido a que era el último que darían), lleno de fuerza, creciéndose según avanzaba su actuación. Y aun siendo ya las diez de la noche pasadas, el público se vino arriba, los fans cantaban a toda potencia como si acabaran de entrar al concierto, gritando y saltando, coreando los estribillos y levantando sus manos. «Luz», «Tú mismo», «Contra el Viento», «Trono de Metal», «Nuevo Mundo», «Por toda la Eternidad» fueron algunos de los temas que se cantaron a pleno pulmón sobre el escenario, incluso tocaron una versión «Aquí Estaré» del grupo Avalanch, todo ello durante las algo más de 2 horas que duró repasando toda su discografía, sin bajar el ritmo en ningún momento, con llamaradas saliendo del escenario y llenando el aire de olor a combustible que acompañaban a los solos de guitarra que se intercalaban en los temas con escalas imposibles, mención especial a su vocalista que no paró ni un segundo sobre el escenario dándolo todo. El final fue una apoteosis de rock y fuego que cerró un concierto memorable, que los aficionados al grupo tardarán en olvidar, mientras se ilusionan pensando en el tiempo que pasará hasta que se vuelvan a subir al escenario.
Y al final, pasada la medianoche llegó Obús, haciendo su entrada en escena el Fortu, puntual y con una energía como hacía tiempo que no se le veía en el escenario, a sus 65 años sigue en forma y con ganas de darnos rock a todo volumen. Como él mismo dijo: “En Obús no existe la palabra Retirada”. Entró al escenario con el tema «Necesito Más» como la rockstar que es, demostrando el poderío de su voz que nos deleitó durante toda la noche con temas memorables como «El que más», «Te visitará la Muerte», «Que te Jodan», «Autopista», «Whisky con hielo», «Juego Sucio», «No me lo digas más», «Dinero Dinero» o «La Mosca». Fue tema a tema, cacho a cacho, con un público rendido a los pies de su voz, la cual se conserva magníficamente alcanzando las notas más altas sin dificultad en largos sostenidos imposibles para muchos cantantes actuales. Y tras disfrutar este variado repertorio de grandes éxitos, decidieron tocar «Va a estallar el Obús». Este tema fue utilizado para presentar a los otros 3 miembros del grupo mientras ofrecían un sólo con cada instrumento: primero el bajo, a continuación, la batería que demostró de lo que es capaz, incluso cogió una valla de obra y se dedicó a tocar un dúo con Fortu a la batería (de nuevo demostrando la tralla que aún puede dar), y por último un solo de guitarra antes de despedirse con «Vamos muy Bien». Obús fue el punto final y tras una impresionante actuación pusieron el broche de oro al festival que finalizó a las 2 de la madrugada
Fueron prácticamente 10 horas de música con grupos de primera del panorama nacional. Un festival de calidad que defiende el rock español. Sin duda, ya estamos esperando ansiosos por ver el cartel del que se celebre en 2021.
Crónica por: Guillermo Rodríguez
Fotos por: Vicente Díaz