El jueves 22 de febrero del 2018, nos reunimos unos cuantos nostálgicos del punk melódico europeo, en la sala Copérnico de Madrid. Allí nos esperaron nada menos que Adrenalized, Satanic Surfers y No Fun At All.
El grupo más joven de la noche, Adrenalized, fue el primero en pisar la madera. Después de recorrerse el mundo, volvían de nuevo a Madrid, esta vez sin nada nuevo que mostrar, pero con muchas más tablas. Con la primera, “The Prophets And The Wise”, a más de uno, le dejó preguntándose que estaba pasando, debido a sus potentes riffs y su contundente batería. El grupo donostiarra, sin tiempo que perder, continuó con “Eyeless Men”. El público anonadado ante tal espectáculo, permaneció espectante, sin apenas reaccionar a los estímulos que producían canciones como “Tarkin Doctrine”, y “Sin+Core”, salvo por los calurosos aplausos entre canción y canción. Ni el potente solo de “Dead inside”, ni el veloz ritmo de “When The Screaming Began”, consiguieron provocar pogos dignos de mencionar como tal, aún así, Adrenalized demostró un gran nivel. De regalo, dejaron una de las más completas para el final: “Tales From The Last Generation”.
Tampoco fue suficiente la respuesta del público en Satanic Surfers, al menos en un inicio. Y eso que comenzó con “Egocentric”, seguida de “Before It’s Too Late” y su potente bajo. Pero hasta la tercera, “The Usurper”, no aparecieron los primeros pogos, eso si, con mucha mesura. El nuevo single del grupo Sueco después de 13 años, que será incluido en su próximo nuevo disco, Black From Hell, despertó al público madrileño, de forma progresiva. “Forfeiture”, la estupenda “Puppet”, “U+I R 1” y otra de las nuevas: “Catch My Breath”, ayudaron a que la gente se animase un poco más, pero hasta que no sonó el característico oscinato de bajo en “Hero of Our Time”, no empezó la verdadera fiesta en la pista, y fue culminado en el gran homenaje a la violencia que sufrimos con “Why”. Los casi treinta años sobre el escenario se notaron, sin ir más lejos, “The Treaty And The Bridge”, sonó increíble. Se acercó el momento de la despedida, y para endulzar lo agridulce de la misma, tras un grandioso directo, reservaron “Head Under Water” y “Good Morning”.
El último directo de la noche nos hizo rememorar la adolescencia, en un concierto marcado por la sucesión de himnos de aquella etapa. La intensa lluvia de golpes, se hizo notar desde los característicos armónicos de “Belivers”, con los que comenzó la guerra, comandada por No Fun At All. Los nuevos miembros del grupo; Frederik Eriksson y Stefan Brat, que sustituyeron en 2017 a Stefan Neuman y al mítico Krister Johansson, a la guitarra y al bajo respectivamente, se desenvolvieron muy bien durante todo el show. Sin duda, disfrutamos de una banda renovada, que pretende sacar un nuevo trabajo en 2018, del que nos dejó un par de adelantos, con muy buena pinta, y en la linea de No Fun At All: “Simple” y “The Humdrum Way”. El espectáculo trajo con sigo otros grandes momentos mientras sonaban “In A Moment”, “Growing Old, Growing Cold” “Should Have Known”, “Out Of Bounds”, (en fin podría estar así toda la tarde), sin olvidarse de la gran batalla en “Evil Worns” y del combate final con “Master Celebrator”.
Atentos a estas bandas, que están de gira, y visitarán en más ocasiones, nuestro paraíso musical.
Crónica por: Willy Copa.
Fotos por: Raúl G. Barbero