InicioCrónicas de conciertosCRÓNICA DEL CONCIERTO DE METALLICA EN MADRID

CRÓNICA DEL CONCIERTO DE METALLICA EN MADRID

Llega la nieve a Madrid, un frío gélido recorre las calles de la ciudad, algo nos dice en nuestro interior que hoy no será un lunes cualquiera, no, hoy es la segunda noche que los californianos METALLICA estarán con nosotros, así que habrá que darles una calurosa despedida para que se vayan con buen sabor de boca y deseen volver pronto….

Los encargados de abrir fuego a esta noche de metal fueron los noruegos KVELERTAK, una banda de heavy formada hace algo más de 10 años, el cantante Erlend Hjelvik con su clásico búho sobre la cabeza nos ofreció un espectáculo visual de lo más pintoresco. El sonido de la banda? Brutal, grandes maestros de la música que supieron estar a la altura de la gran responsabilidad que tenían encima, que era hacernos entrar en calor en esta fría tarde de Madrid.

Y por fin, después de la espera llega la recompensa, se apagan las luces y empiezan a sonar los primeros acordes del Ecstasy of Gold, la intro de la mítica película El bueno, el feo y el malo, con la que siempre suelen abrir sus conciertos…., el público extasiado corea la melodía sintiendo cada vez más cerca la presencia de los 4 caballeros negros, la melodía llega a su fin, puños en alto, gargantas desgañitadas, vemos aparecer a Metallica por el pasillo que les conduce al centro del pabellón como si se tratase de una velada de boxeo…., todos enloquecemos cuando oímos sonar el primer y esperado tema, Hardwired, primer corte de su último trabajo, del que muchos ya decimos que Metallica han recuperado su fuerza, aquella que tanto les caracterizó en discos como Ride the Lighting o Master of Puppets. Siguiendo el orden del disco, el siguiente tema que sonó fue el Atlas Rise y empezamos a alucinar con los solos del maestro Kirk Hammet. Era el momento de que empezase a sonar algún tema clásico, la sorpresa nos la dieron cuando oímos el característico riff de Seek and Destroy, un despliegue de iluminación inundó el pabellón, con una serie de pantallas con forma de cubos que subían y bajaban y proyectaban imágenes de la banda. Era el momento de otro de sus riffs más conocidos, el de Harvester of Sorrow y el momento de la tétrica voz de James con el “Infanticide”…, llegado este momento, los de San Francisco nos dieron un pequeño respiro después de ponernos el corazón a mil por hora y llegó el turno de algo más tranquilo y en esta ocasión de su segundo disco, un tema que lleva varias giras sin sonar, me refiero a Fade to Black, momento balada que como en aquellos maravillosos 90 no pudimos resistirnos de sacar de nuestro bolsillo algo para iluminar el instante, un mechero????? Noooooo, estamos en la era digital, iluminamos con el móvil!!!!, salvo uno que pude ver, que al parecer se sentía nostálgico y sacó su mechero.

Seguimos con el concierto y su presentación del genial trabajo Hardwired… To self-destruct, es el turno de otra gran obra Not that we’re dead en la que llegado el momento el trío de cuerdas cambió sus instrumentos habituales por una baquetas y nos deleitaron con una batucada brutal. Siguieron con otra presentación de su último trabajo, Dream no More.

La noche avanzaba y la batería, situada en el centro del escenario, daba un cuarto de giro cada media hora aproximada para que las más de 17.000 personas pudieran verle de frente en algún momento del show. Es el momento de Trujillo, que se marcó unos riffs para dar paso a otro de los clásicos, For whom the bells tolls.

Seguimos con el último trabajo, esta vez con Halo on fire, al acabar James presenta a sus dos amigos Trujillo y Hammet, quienes se quedan solos en el escenario, lo que nos hace presagiar que nos esperaba una sorpresa, la noche anterior hicieron una versión de una conocida banda madrileña y hoy llegaba el turno de otro clásico del rock español:

Los Rockeros van al Infierno, de Barón Rojo, me pareció todo un detalle que la banda se currase dos canciones distintas para tocarlas aquí en Madrid y que nos hicieran ese pequeño gran homenaje. Otro homenaje más, pero ahora a uno de los bajistas más grandes tristemente desaparecido, Cliff Burton, el encargado no podía ser otro que Robert Trujillo que se marcó un solo con el Anesthesia mientras se proyectaban imágenes de Cliff en las pantallas. Te seguimos echando de menos Mr. Burton!!!

Estamos ya en el ecuador del concierto y toca otro cuarto de giro de la batería…, Metallica nos ofrece su lado más punk tocando la mítica canción de Misfits: Last Caress. Y por fin, una de las canciones preferidas de un servidor, con la que me despierto cada día con su tono de alarma: Creeping Death y el momento cumbre cuando todo el público, como si de una sola voz se tratara, gritaba el acompañamiento “Die, die, die…”, mientras James y Trujillo recitaban la estrofa.

Volvemos a otro de sus últimos trabajos y a un momento espectacular cuando unos drones, como si de polillas se tratasen, sobrevolaban el escenario durante los acordes de Moth in Flame. Por fin escuchamos los primeros acordes del Black Album, llega el turno a Sad but True, al acabar se proyectan imágenes en las pantallas de un clásico del cine, imágenes que todos reconocemos de la película Johnny cogió su fusil y que nos hace adivinar cuál será el siguiente tema, posiblemente uno de los más populares que tiene la banda, el mítico One y ese doble bombo de Lars que tanto nos ha marcado.

Entramos en la recta final, en los cuatro últimos temas; se nos encoge el corazón, ya que no queremos despedirles, queremos que esta noche dure eternamente, sobre las pantallas se proyectan imágenes de la bandera española con el logo de Metallica por encima, esa sí que sería una bonita bandera para un país, ehhh???

La siguiente bomba cargada de metralla fue el Master of Puppets y ese riff aceleradísimo que nos hipnotiza haciendo que movamos las cabezas a ritmo de guitarra. Le siguió otra joya del And Justice for All: Blackened, metal acelerado para acabar concediéndonos el que será el último respiro de la noche: Nothing else matters, antes de la descarga final, el ya mítico Enter Sandman. Con un despliegue luminoso y pirotécnico los 4 jinetes del apocalipsis, METALLICA, nos dicen adiós y esperemos que esta vez tarden menos en volver…., mientras, en la calle la nieve se ha derretido.

ROCK ON!!!!

Texto por: Mikel Masa
Foto por: Domingo J. Casas

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