El pasado 19 de enero de 2017 fue un día de mucho frío en Madrid. Tal fue la helada por la ola de frío que estamos sufriendo en la capital como en otros puntos del país, que creo que fue lo que hizo que fuéramos muy pocos los que nos acercamos a la sala Lemon para disfrutar de un evento muy folkie. Los alemanes Suidakra llegaban a Madrid para presentar su disco “Realms of Odork” . Además estuvieron acompañados de los madrileños Ocelon y Endoval.
Los primeros en salir en escena fueron una nueva formación que ya conocemos de un anterior concierto en Changó Live, en la presentación del nuevo disco de Heid. Nos referimos a los más vikingos de la noche, Endoval. Salieron con pinturas de guerra y con una vestimenta con la que estuvieron dispuestos para salir a la batalla, donde predominaba el color verde. Inaguraron la noche con una intro que dio paso al primer tema que traían en su repertorio «Noblin». Como bien venía diciendo son jóvenes, pero arriesgados, con buena planta conjugando muy bien la puerta en escena con su música y lo que nos venían a dar ese día. Sobretodo en la sección de vientos tenían a un músico muy carismático y muy entregado, en pocas palabras muy divertido, que nos entretuvo no solo aquí, sino de principio a fin. En esta primera canción algunos de los coros eran realizados por su teclista, había una destacada melodía de violín y ritmos acompasados en el final que daban ganas de bailar. Los ritmos alegres y bailables de «Pakana» incitaron a su vocalista a mover la cadera suavemente. Pero era la agresividad de su voz lo que le acompañaba en esta batalla para combatir contra el frío que hacía fuera. Con un inicio más voluminoso, cañero y contundente llegaba «Trollhalc», donde poco después se unen uno ritmos más folkies salpicados por el whistle. En «Ukko» el vocalista sacaba su escudo y en mitad de esta calleron confetti desde el escenario, volviendose todo una gran fiesta. Y como así asentía él, se hizo la noche. Con estas palabras su actuación estaba llegando a su fin, «In My Sword» (Ensiferum) llegaba y sacó su espada que le dió mucho juego al directo y con la cual terminó apuntándonos a todos. En esta parte el público estuvo muy receptivo. Parecía que solo queda «Wonderbox», donde el teclado tuvo más cabida y el bajo y guitarrista agitaban la melena a la par, pero no fue así, porque un bis final calló de la mano de «Under Bergets».
Después le tocaba el turno a la banda de Folk Metal Ocelon. Su concierto sonaba a despedida, Clara su violinista les decía adiós esa noche. Cómo estáis leyendo este fue su último concierto con la formación. Una lástima, porque ha dejado una huella que olía a ternura y humildad y completaba muy bien la banda. Pero todo principio tiene un fin y para Clara ha sido aquí con ellos. La echaremos de menos. Y siguiendo con el concierto, contar que hicieron su entrada con una intro que sonaba de fondo y poco después entraron al escenario. Así fue como dieron por inaugurado su espectáculo. El primer tema que nos traían llegaba con «Battletroll», titulo que se repite en el estribillo. La gaita y el violín se fundían en un todo que se complementaban entre sí. Mientras, Caco (bajo) y David (guitarra) muy bien alineados se seguían al la par. En «Pilmigrage» ya veíamos al whistle. Por otra parte Caco agitaba su melena y David realizaba unos destacados punteos con su guitarra, todo un regalo al oído. También he de decir que se convirtió como en otros conciertos, en el animador de los poco que allí nos encontrábamos con esas aclamaciones que llevaba detrás de su guitarra para que repitieramos, no solo aquí, sino a lo largo de su actuación. En «Comunnion» los guitarristas se bajan del escenario y se entremezclaban con el público sin dejar de tocar sus instrumentos. «Homeland», uno de los temas que les acompañan desde sus inicios cuando comenzaron está andadura, es donde sobretodo destacaba la melodía. Además no podía faltar en el concierto y como siempre se volvió entrañable. Con «Among Mountains» fue donde anunciaron la salida de Clara de Ocelon. Por ello, esta canción se la dedicaron a ella. Además Clara no solo estuvo al violín, sino también a los coros. Por otra parte, hubo una parte donde las guitarras sonaron más rítmicas. En «Amber Blood» necesitaron la participación de su público. Tenía que repetir lo que Luis (vocalista) decía. Y ya con «The Moon Hunter», otro de esos temas que siempre les ha acompañado, se despedían dejando el listón bastante alto y agradeciendo a todos su preferencia con una actuación que consiguieron hacernos sentir en familia.
Para terminar llegaban los cabezas de cartel, Suidakra. Abrieron paso con una intro, donde solo estaba el batería en el escenario, pero después llegaron el resto de músicos a escena, para dar por iniciado su directo. He de recalcar que no es la primera vez que vistan Madrid. En esta ocasión era la segunda que lo hacían como cabeza de cartel. Comenzaron con «Dark Revelation» dispuesto a darlo todo. Las tres cuerdas muy bien compenetradas terminaban alineados moviéndose a la vez. Después de este primer tema daban las gracias y comentaron que vienen de Alemania y que ha sido un largo viaje. Seguido esto, sin perder las energías llegaba «Pendragon’s Fall». Parecía que el vocalista era quien dirigía a la banda. Además aprovecharon bastante el espacio que tenían para moverse. Con «March of Conquest» arrancaron agitando sus melenas y más de uno por ahí abajo no pudo dejar de bailar. Con «Hunter’s Horde» los allí presentes se iniciaron al ritmo de palmas. Por otra parte, nos encontramos un bombo y un pedal muy marcado y se produjo un encuentro de guitarra y bajo mientras el vocalista quedaba solo en primera plana ganando más protagonismo en ese momento. En «Dead Man’s Reel» el vocalista bajaba del escenario y se mezcló con el público mientras seguía tocando su guitarra y el inquietante no paraba de bailar. Finalmente, todo se volvió un Wall of Death. En «Pair Dadeni» piden al público que salte al ritmo de la música. En «IXth Legion» el humo iba llegando al escenario poco a poco. Los músicos parecían como si nos disparasen con su música por ese sonido tan envolvente. Esta fue la parte más animada de su directo y la que más contagió a los allí presentes. Y más temas fueron sucediendose como: «Isle of Skye», «Lion of Darcania» o «Balor», entre otros. El último tema llegaba con «Wartunes», donde dieron las gracias a todo aquel que se acercó al concierto para acompañarles. Aquí piden un Circle of Death, donde vimos a un público entregado hasta el final. En el escenario las tres cuerdas se agruparon a un lado. Poco después el guitarrista se bajó del escenario y se acercó a la primera fila, donde nos acompañó más de cerca para compartir más momentos a las cuerdas.
Crónica por: Gloria A.B
Fotos por: Pedro Bao