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CRÓNICA MORGAN + FITO Y FITIPALDIS

Tras 2 años por fin volvió Fito y Fitipaldis a Madrid y lo hizo a lo grande en el WiZink Center con 2 conciertos consecutivos para dar a basto con la enorme demanda de sus fans que agotaron entradas en su doble concierto que ya dio en mayo, y, aun así, consiguió de nuevo un enorme lleno hasta la última fila de la última grada ambos días. Además, este concierto fue doble al incluir al grupo Morgan como teloneros de la actuación principal.

El concierto abrió sus puertas sobre las 20:00, siendo su comienzo a las 20:30 hasta aproximadamente las 22:00 donde se haría un pequeño intermedio para luego entrarle al plato principal de la noche que acabaría pasadas más de 2 horas de Fito sobre el escenario.

Abrieron la lata Morgan con un amplio repertorio de sus temas y una puesta en escena soberbia a múltiples teclados. Comenzaron con un tono íntimo y personal, donde la voz de Nina de Juan impresionó tanto a los asistentes, que cayeron rendidos bajo su embrujo musical a la primera canción.
Para quien no los conozca, Morgan surgieron en 2012 y fueron elegidos para acompañar a Fito durante toda su gira. Su mezcla de rock con folkpop combinado con blues los convierte en una elección de lujo para calentar a un público con ganas de buena música y una manera excelente de darles más a conocer. Pero no os dejéis engañar, ese tono íntimo no les impide ser rock puro y duro cuando su cantante coge el micro y se levanta del teclado para cantar a pleno pulmón.
Como ya mencioné, su puesta en escena fue espectacular, con un perfecto trabajo de iluminación que aprovechaba los focos para resaltar individualmente a cada miembro pudiendo realzar su figura visualmente en los momentos destacados y los solos de cada componente. Combinado esto con los primeros planos de las pantallas colocadas a ambos lados del escenario el público podía disfrutar tanto del conjunto como de cada uno por separado sin perder detalle.
Aprovecharon muy bien el espacio para hacerse lucir con su estilo que presentan, que puede recordar en ciertos momentos incluso a Adele. Destacando el trabajo al teclado de David Schuless que vertebra bastante los temas que componen su repertorio. Una pena que aun no estuviera lleno el WiZink aun para apreciar la calidad de este grupo.
El último tema que tocaron, «Another Road», condensa muy bien toda la esencia y estilo del grupo, siendo quizás el más recomendable para hacer primer contacto si aún no los conocéis.
Pero el embrujo, antes mencionado, fue roto por un hombre menudo y humilde, anteriormente conocido por andar con unos tal Platero y tú. Fito Cabrales, acompañado por sus Fitipaldis, hizo suyo una vez más el escenario que tan bien le sienta.

Después de un invierno malo, una mala primavera, y una peor pandemia
Por fin, tras una larguísima espera, causada por cierto virus que retraso esta gira, pudimos disfrutar de Fito en formato presencial. Y se notaban sus ganas.
Arrancando el concierto con una canción de su último disco Cada Vez Cadáver, con el tema «A Quemarropa», que como su nombre indica es un disparo musical que impactó de lleno en los que estábamos allí presentes. Un disco que se nota más que una evolución, un perfeccionamiento de su técnica que lleva años trabajando, y se nota en el acabado de muchos de ellos.
Seguido saltó en el tiempo trayendo «Lo que Sobra de Mí», tema de su disco Entre la Espada y la Pared, por supuesto, el público entregado con cada “bom bom bom bom” de la tormenta. Poniendo en evidencia que este concierto iba a ser un viaje lleno de grandes éxitos y buenos recuerdos.
Y ahora viajamos 11 años al pasado para disfrutar de «Por la Boca Vive el Pez» del disco homónimo. Puede que uno de los discos más importantes de su carrera, con un estilo más depurado y unas letras trabajadas y con contenido, será cierto eso que dice su letra “porque escribo igual que sangro, Y sangro todo lo que escribo”, siendo creo uno de sus secretos mejor guardados.
Tras esto, cambió con «Me Equivocaría Otra Vez», con un tono más sosegado del disco «Antes de que Cuente Diez». Y con este tema se puede apreciar algo que llama la atención de Fito sobre el escenario, su sencillez. Sobre el escenario se mueve pero con calma, con comodidad, pero sin grandes aspavientos, porque sabe que la gente no viene a verle, sino que la gente viene a oírle en directo y, por eso, no tiene una puesta en escena espectacular porque su verdadero valor reside en lo que tocan. Esto también es extrapolable a su vestuario, sobrio, sin exageraciones, demostrando que lo importante es su música.
Pero no olvidemos que hace poco presentó nuevo disco y, por ello, tocó otro de los nuevos, «Cielo Hermético». Tema ligero, con buenos cambios de ritmo que animaban al personal en esta larga sesión de grandes éxitos que nos quedaba por delante.
Y para seguir animando el cotarro, Fito abrió esa botella de «Whisky Barato» para decirnos que “ya no queda nada entre los dos”, pero todos sabemos que eso son mentiras porque por mucho que pase el tiempo, sus temas siempre estarán «Lo Más Lejos a tu Lado». Tema lleno de energía para recargar con ese maravilloso dueto entre la guitarra de Carlos Raya y el saxofón de Javier Alzola, miembros insustituibles de este equipo al que han aportado ese carácter único a caballo entre el Rock y el Blues desde el inicio de esta formación.
Tras esto una pausa, un cambio de guitarra (ver a Fito lanzar por los aires el instrumento al técnico sigue sorprendiendo al público) y un cambio de tono, con un tema en el que literalmente «Las Palabras Arden», uno de los más potentes de su último disco, por la manera en que casi recita la letra con la voz más rasgada que puede sacar de su garganta, directa, dura y con calado.
Pero el público quería más, y Fito nos ofreció una oferta irrechazable: «Todo a Cien», que aunque saliera en 2014 se mantiene buena, bonita y barata, por supuesto, no hace falta decir como la gente se sigue sabiendo la letra al dedillo.
El siguiente fue «Entre la Espada y la Pared», con un Fito cómodo disfrutando de su público, porque se nota que son lo que aun le mantiene a flote, ese mismo público que enciende las linternas de sus móviles como mecheros para moverlas al ritmo de sus canciones mientras las cantan de principio a fin, ese cariño le incentiva a seguir creando.
Creando hasta acabar «En el Barro», uno de mis temas favoritos del nuevo disco, rápido, directo, con un compás acelerado que se te hace disfrutable, con un rollo de Rock de carretera con el que apetece hacer muchos kilómetros, como los que hizo en esta gira.
Porque fito estaría dispuesto «A Morir Cantando», canción que emula el rock ácido con un ritmo pausado acompasado por la batería dominante de Coki Giménez, un veterano con muchos años machacando baquetas y con una amplia experiencia con grandes grupos como M Clan, Amaral o Chambao.
Tras esto, vino un plato muy especial que sirvió de muy buen punto de inflexión del concierto. Este consistía en tocar «Quiero Gritar», a dúo con los Morgan. Y a dúo significa a dúo, con una sincronización que roza lo inhumano, sobre todo entre los batería, pues verlos era como mirar a un músico y a su reflejo. Por supuesto la voz de Nina ayudaba bastante a “gritar” este tema permitiendo llegar a notas altas y siendo un trabajo a dos voces con una combinación perfecta. Además, este tema tiene unos toques funk muy divertidos mientras se pone en evidencia con la letra la cantidad de cosas que están mal con el mundo y las cosas que hay que arreglar pero sin perder ese aire festivo, aunque irónicamente lo mejor que presenta el tema sus arreglos y el trabajo de las guitarras con el saxo ocupando el centro de la producción. Sin que falte el teclista de los Morgan, con sus dedos arrancando juguetonas notas para convertir una canción con una letra deprimente en una celebración, en la que el público acompañaba con las palmas al unisono. Siendo una de las partes más memorables del concierto.
Otra del nuevo repertorio es «Si Me Ves Así», quizás la que más se parece a sus anteriores temas, pero eso no es necesariamente malo, mientras siga sonando tan bien como siempre, yo no pondré quejas del viejo y confiable estilo que nos brinda canciones que no puedes dejar de tararear.
Porque cada uno de sus temas «Viene y Va» de nuestra mente, pero siempre son inolvidables y, más aun, con estribillos como este ya clásico de su álbum Antes de que cuente diez. Uno de los discos con creo que más canciones que se nos han quedado en la memoria.
Y, por fin, pudimos escuchar el tema que da nombre a su último trabajo, hablamos de «Cada Vez Cadáver», un tema cercano, amigable, como si le conocieras de toda la vida, de esos que al escucharlo te desplazas a momentos mejores, con un toque a agridulce nostalgia, esta canción te echa el brazo sobre el hombro y te dice “no te preocupes, tiene arreglo”, la verdad de lo mejorcito que ha creado en su tiempo con los Fitipaldis.
Y es que no hay que desprestigiar su producción musical, con casi trabajo nuevo cada dos años, siempre sabes que Fito «Tarde o Temprano» va a volver con novedades, con conciertos, con giras y eso ayuda a tener una base sólida de fans que con periodicidad recibirán nuevo contenido.
Pero no os dejéis engañar, «La Casa por el Tejado» sigue sonando tan bien como hace 12 años, se podría decir que es uno de sus grandes clásicos. Quizás el tema con el que asaltó las listas de éxitos y empezó a crecer hasta llegar a ser el referente que es. De este tema no se puede decir más de lo que se haya dicho, pero se mantiene fresco y jovial como en su origen.
Y «Antes de que Cuente Diez» nos hizo darnos cuenta que nos encontrábamos en la recta final del concierto, pues con este tema se podría decir que cerraron la parte principal, lo cual va muy acorde a la letra y lo que quiere expresar, y sí, en directo este tema gana muchos enteros con su tono Rock con una energía sorprendentemente renovada a pesar de la larga playlist que llevábamos disfrutando ya, la calidad que presenta justifica el porqué este tema da nombre al disco de 2009.
Tras esto y una pausa, Fito se toma un capricho que lleva mucho tiempo haciendo, un momento íntimo, con el tema «Abrazado a la Tristeza», el cual suele toca siempre en acústico acompañado de Carlos Raya y en esta ocasión se les unió Nina de Juan para para ayudar en este momento tan emotivo que trae una reflexión muy necesaria en los tiempos que vivimos: menos mal que con los rifles no se matan las palabras.
Y aquí podría haber acabado el concierto, pero no, aun quedaba quizás su tema clásico más conocido de toda su discografía, esa historia sobre un «Soldadito Marinero» que prácticamente se dedican a acompañar musicalmente, pues la voz la pone un público que se la sabe completa y la cantan desde la primera rima hasta el último estribillo.
Y de nuevo esto podría haberse quedado ahí, pero estos 2 conciertos dados en Madrid fueron perfecto para echar el resto y nos regalo otros dos temas para por fin cerrar, los cuales fueron: «Entre Dos Mares», tema macarra con el que cerrar esta fiesta, y justo antes de irse tocó, irónicamente, «Acabo de Llegar» con el que puso fin a un tremendo repaso a su carrera musical con temas nuevos y temas de siempre, y haciendo merecida la larga espera.

Desde la presentación de Por la Boca vive el Pez, un servidor llevaba sin poder asistir a su directo, y esto es una experiencia interesante porque da perspectiva del paso del tiempo y a la vez se siente fresco como la primera vez. Será por sus canciones, que todas son parecidas pero, a la vez, únicas a su manera. Quizás la clave está en esa manera en que puedes contar con su música, Fito sigue ahí con sus temas y su estilo, acompañándonos en los buenos y malos momentos con temas inolvidables, como si tuviera uno para ocasión o, más bien, una para cada recuerdo que tenemos. Y ese creo que es su mejor recurso para seguir haciendo que valga la pena verle en directo. Sin duda, tengo ganas de en un futuro volver a verle y mirar hacia atrás mientras vuelvo a escucharle.

Crónica por: Guillermo Rodríguez
Fotos por: Pedro Bao

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Guillermo Rodriguez
Guillermo Rodriguez
Soy el tipo que escribe sobre las letras de otros, que expresa las emociones ajenas y que hace resonar la música que escucha, o lo que es lo mismo, redactor de conciertos. Si hay música en directo, me apunto a un bombardeo.
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