Y de nuevo llegó el Rivas Rock, un festival imprescindible, con un cartel surtido con 6 de los mejores grupos de nuestro panorama musical más rockero.
Antes de comenzar a repasar los grupos, es importante hacer mención de la coordinación del evento. Este tuvo lugar en el Auditorio Miguel Ríos de Rivas-Vaciamadrid, espacio a cielo abierto que acompañó durante todo el festival con un clima perfecto, ni mucho sol, ni demasiado frío cuando este se retiró. Por otro lado, la organización facilitó bastante el acceso a la pista. Además, las gradas también estaban disponibles para recuperar el aliento entre grupo y grupo. Y, hablando de los interludios, estos se efectuaron con puntualidad y eficiencia respetando los tiempos entre grupos y manteniendo un ritmo constante entre los artistas evitando que hubiera retrasos. Por último el acceso a bebida y comida fue fácil y sin colas a lo largo de todo el evento, lo cual es genial, porque puede resultar bastante molesto perderte medio grupo porque has ido a por una cerveza.
Ahora vamos con lo realmente interesante: los grupos y sus temazos.
Abrieron la lata Kamikazes aterrizando desde Carabanchel con el tema «Caso Aparte», siguiendo con su amplio repertorio con temas como «Agravantes», «Diez Puntos de Sutura», «Mi Tormenta» y «Con Todo», alternando temas clásicos y de su nuevo disco. Y hay que decir que aprobaron con nota, porque ante ellos se abría el reto más complicado: encender al público. Su andanada rockera consiguió que la gente empezará a sacudirse y a darlo todo desde el minuto uno. Y no es para menos, son un grupo que se hace un hueco cada vez más grande en el mundo de la música con esfuerzo y eso es algo que la gente reconoce, por ello, sus fieles seguidores siempre aprovechan cualquier ocasión para disfrutar de sus directos. Y a los que aun no los conozcáis, dadle una oportunidad porque no decepcionan. Ojito al momento en que Kata pasó entre en público cabalgando a hombros para darse un baño de masas mientras seguía cantando como una verdadera rockstar.
Tras el primer interludio de la tarde, se siguió llenando la pista e hizo su aparición Mafalda, con su fuerza reivindicativa que terminó de poner a punto a su audiencia con un grupo entregado mientras alternaban con temas como «Necesarias pero Absurdas», «Los Chicos No Lloran», «Desde el Suelo» o «Agua Negra». Sin duda, Mafalda es uno de los grupos más disfrutables gracias a ese estilo que mezcla el ska y el punk con reggae, con el usa de instrumentos como el trombón y el saxofón combinados con la alternancia de voces de los 3 cantantes del grupo, dándole ese ambiente festivo que tan disfrutable se hizo a media tarde, alternando pogos con temas más calmados con los que dosificar fuerzas para lo que se venía. Pero, antes de pasar al siguiente aprovecharé este espacio para repetir esa reivindicación femenina que hizo el grupo, el cual hace muestra de su lucha social en creo que uno de sus temas más potentes: En Guerra. Porque, es cierto que las componentes femeninas del grupo fueron las únicas mujeres que pisaron el escenario durante todo el festival, siendo interesante que para el próximo Rivas Rock se incluyan otros grupos femeninos, que en España de eso tenemos buena cantera.
Durante el segundo interludio, y tras el calor sofocante de la media tarde, el sol decidió retirarse. Pero los que no se retiraron fueron las ganas de fiesta, y con esas ganas tocó escenario, con la fuerza de un trueno, Segismundo Toxicómano. Porque sobre el escenario son pura energía ya que, tras 25 años sobre el escenario, el tiempo no ha hecho mella en su ánimo por ofrecer un espectáculo digno de su público. Entre su repertorio tocaron temas como «Sospechosos», «12 Años», «En un Minuto», «Mi Vida», «Por Ti» o «Las Drogas». No voy a decir nada nuevo que no se haya dicho a lo largo de todos estos años que han estado sobre los escenarios, pero hay algo que tengo que reconocerles, además de su impecable actuación, es su ritmo veloz lleno de furia. Cuando empiezan a tocar es un no parar de principio a fin, se te hacen cortos porque no te da tiempo a tomar aire, son una metralleta de temas. Y es que, entre el grupo y el público hay un contrato implícito en el que ambos se comprometen a darlo todo para que cada directo sea memorable. Y con esto llegamos a la mitad de los conciertos de la tarde, con un público todavía con fuerzas para la segunda parte.
Tercer interludio, una cerveza aquí y allá, y listos para el siguiente. Los de Desakato hubieran volado el techo del auditorio (si no hubiera sido a cielo abierto), porque este grupo subió los decibelios para que se les oyera más allá de Rivas. Como bien dijo mi amigo Adri “Desakato en directo son otra cosa” y tiene más razón que un santo. Y diréis: todos los grupos son mejor en directo que en grabación. Pero lo de Desakato es otro cantar, parecen algo totalmente distinto, con muchísima más fuerza, son una experiencia atronadora, es la diferencia entre ver un tornado de lejos y estar en el ojo de la tormenta. Con temazos como «Estigma», «Tiempo de Cobardes», «Cada Vez», «Heridas Abiertas», «Cuando salga el Sol», «Pánico en Frankfurt» o «Animales Hambrientos». El grupo asturiano también dejó ver alguno de los temas de su último disco (La Miel de las Flores Muertas), tocando Sombras, canción que muestra la calidad de su reciente trabajo de 2020. Sin duda, si tenéis la oportunidad de verlos en concierto no os los podéis perder.
Penúltimo interludio, con la noche entrada y la oscuridad cubriendo el cielo, se creó una atmósfera siniestra que aprovecharon a la perfección Soziedad Alcoholika para hacer su entrada. Y se nota que saben imponerse en el escenario con tono amenazador, potente y con llamas de pirotecnia, haciendo gala de su estilo hardcore y su enorme presencia, demostrando que en esto de subirse a un escenario son veteranos. A todo volumen hicieron disfrutar a los presentes con canciones como «Tiempos Oscuros», «Ratas, Shaktale», «Cuando Nada Vale Nada» o «Tijera Contra Papel». Sin duda, es de esos grupos que hay que ver al menos una vez en la vida, porque son incombustibles y eso, es algo que demuestran con creces en sus actuaciones. Y sí, lanzar llamaradas de 4 metros es necesario musicalmente y el que diga lo contrario es que no ha entendido como funciona esto del rock. Porque tras horas de concierto, el espectáculo de luces y fuego rompen el ritmo, se sienten irónicamente ‘frescos’ y recarga las pilas para la recta final, aunque si SA hubieran sido la traca final del concierto no hubiera habido ninguna queja por como regalan a su público cada tema.
PERO, esto aun no había acabado…
Porque con el último interludio, de vasco a vasco y tiro porque me ha tocado. Lendakaris Muertos fue el broche de oro a una jornada magnífica de rock, iniciando su segmento con la Internacional y saltando al escenario sedientos de la caña que dan sus seguidores que se saben sus canciones al dedillo. Y no es para menos, porque como siempre sacaron su más popular repertorio: «Miguel Bosé», «Detector de Gilipolleces», «El Último Txakurra», «Violencia en Acción», «Pasau de Rosca», «Heroes de la Clase Obrera» o «Urrusolo Sistiaga», entre otros temas. Aitor como siempre acompañado por sus 2 guitarras y el batería de escolta, no paró de saltar, moverse y cantar mientras disfrutaba de un público entregado al máximo a pesar de llevar más de 7 horas de música a la espalda, pero a los Lendakaris no se puede resistir uno, con su mezcla perfecta de irreverencia y ritmo frenético. Y por supuesto, cerraron su actuación acompañados del miembro más peludo de la formación: el oso panda, que salió para menear su peludo culo mientras tocaban «Oso Panda», mientras el público con ‘ojeras farloperas’ exprimía las últimas fuerzas con el último tema de la noche.
Y así terminaba el Rivas Rock de 2022, al que sólo se le puede decir una cosa: ¡No faltaremos al de 2023!
Crónica por: Guillermo Rodríguez
Fotos por: Rebeca Lietor
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