Bienvenidos a «2038», el año en el que todo parece ser maravilloso. El 10 de Marzo vinieron a Madrid Dry River para presentar su nuevo disco en la sala Sound Stage, un día donde nos encontramos gente de diferentes décadas, donde algunos/as venían del futuro, otros/as del pasado y otros/as del presente. Es por esto, que allí no cupiese ni un alma, ni si quiera un alfiler, porque colgaron el cartel de entradas agotadas, es decir Sold Out.
El concierto fue bastante puntual y dio comienzo con un presentador que venía del futuro, Fanfi García, para contarnos que iba a dar comienzo el espectáculo de Dry River. Y así fue como empezó todo con unos músicos que venían con sus trajes de gala abriendo paso con «Fundido A Fuego», una de esas canciones que usaron para lanzar uno de los videoclip de «2038». Ángel (vocalista) arrancó con su micro como si se tratara de una guitarra por como lo cogió, ya que parecía que rasgaba las cuerdas. En el escenario pudimos ver también a un personaje con una cámara de gas y un teclista, Martí, que hizo las delicias de todos sonando muy sinfónico. Y seguía la magia con más canciones como fueron: «Mi Pequeño Animal» y «Rómpelo». Con la llegada de «Frascos Vacíos» vimos en el escenario a un personaje que llevaba un máscara griega muy campechano. Con «Me Pone A Cien» Ángel cantó con un megáfono y la batería sonaba más acompasada. Y como sorpresa inesperada, Carlos (guitarrista) emitió unos sonidos trepidantes con el megáfono, que dieron paso al final de esta canción, donde también Carlos dejó a un lado su guitarra para deleitarnos con el teclado, porque Martí (teclista) pasó al saxo.
Pasamos al epicentro del concierto y llegaba el turno para «Irresistible» y seguía el mismo sentimiento y placer con el cual estaban complaciendo al público, que demostró durante todo el concierto que estaban muy agusto y lo trasmitían con sus miradas de felicidad, con esa sonrisa que emanaba en cada uno de los presentes. Ángel muy agradecido a todo lo que estaban viviendo, cogió el teclado de mano y nos volvió a complacer a todos con su saber hacer. Mientras un atleta entraba a escena y hacía gimnasia y estiramientos acompañado de un baile, que podía seguir el incondicional si gustase, ya que la canción era tan pegadiza que lo pedía. Y avanzaba el concierto y los allí presentes no hacían otra cosa que cantar las canciones y aplaudir con tanta ansia entre canción y canción, que todo parecía perfecto. También hay que destacar, que Martí supo compaginar el teclado con el saxo a lo largo de actuación. Y como no podía ser menos, con dedicatoria incluida para el público llegaba «Con La Música A Otra Parte», donde además Ángel ánimo al incondicional a repetir lo que cantaba, reviviendose así, uno de los momentos más participativos. Y cuando Ángel marchó un instante del escenario, sus compañeros ganaron el protagonismo, y Carlos lo culminó todo de rodillas muy agradecido mientras rasgaba las cuerdas de su guitarra.
Fanfi volvió al escenario para anunciar que el concierto ya había terminado, pero no podía terminar así la noche. Así que finalmente pregunto: «¿Queréis más?». Entonces volvió a escena Dry River para ejecutar los últimos temas de la noche, que darían fin al espectáculo. “Me Va A Faltar El Aire”, donde Carlos se marcó un solo de guitarra, y tal vez se viviera el momento más emblemático de la noche, ya que el público y la banda formaron un todo que se complementaban. Seguido a esto llegó “Cautivos”, porque los presentes no hacían más que pedir que tocaran más canciones. Entonces Carlos sacó su guitarra acústica y pudo ser posible. Poco después, entró de nuevo el animador, el showman con unas pancartas que representaron lo que decía el estribillo con emoticonos. Y con “Traspasa Mi Piel” todo terminaba dejándonos atónitos y con un buen sabor de boca y justo en el último estribillo, el manager de Dry River hizo su entrada para dar por finalizado el concierto cantando sin cesar.
Estoy segura que este ha sido sin duda uno de los mejores conciertos del año «2038».
Crónica por:Gloria A.B
Fotos por: Eduardo Barbuzano