Echo cuentas de las veces que he visto al grupo navarro Koma en directo: en Vallecas, en Loeches, en el Viñarock, en el Crisis Rock de Guadalajara, etc. Pienso que nunca me dejaron indiferente y siempre salí de sus conciertos muy satisfecho, con sensación de haber asistido a un show con auténtico poderío. Esta nueva cita era, por tanto, una apuesta más o menos segura, si bien habían terminado su actividad en directo en 2008. Tras el periplo del multiinstrumentista Brigi Duque en la batería de la banda de El Drogas, ahora el grupo KOMA donde Brigi ejercía de frontman, se ha reunido, ha sacado un nuevo disco con el título “Una ligera mejoría antes de la muerte” y se ha lanzado a la carretera para presentarlo, armados también con un buen número de viejos clasicazos.
Habiéndose anunciado que se había vendido más del 70% del aforo, La Riviera congregó a un público nutrido de asistentes que a buen seguro se habían criado con “Barrio Sésamo”, cuña que sirvió de intro para el salto al escenario de la banda.
La potente “Dinamítalos” que es la primera del disco, también fue la elegida para abrir el concierto. Sabemos que en La Riviera no hay una gran nitidez de sonido, pero esto no mermaría las ganas de disfrutar del directo de estos navarricos. La segunda bala fue “El viaje”, tema que cuenta con un divertido videoclip de apoyo y cuya letra es bastante resultona y pegadiza y es que, a pesar de la dureza de algunas de sus canciones, simpatía no les falta a estos muchachotes, en especial a Brigi, que nos regala un buen puñado de gestos, expresiones faciales exageradas y movimientos con los que hace más palpable las narraciones de las canciones y el concierto mucho más entretenido. Otra de las nuevas, “La máquina del tiempo” me recuerda levemente a “Slaughtered” de Pantera. Hasta el momento, el concierto estaba siendo recibido con sonrisas del público que muestran que este se está sintiendo a gusto, pero cuando llega el potente ritmo inicial de “El tío Sam”, el público estalla en un clamor de éxtasis y comienza a botar salvajemente al compás del ritmo tribal de la canción, respondiendo también a los coreos. En esta canción, el frontman Brigi Duque y el bajista Rafa Redín se reparten las tareas vocales repartiendo leña al imperio norteamericano. “El tío Sam” va conectada con “Vaya carrera” en la que también Rafa y Brigi se intercambian los fraseos.
Después de este par de estos celebradísimos clásicos, el grupo presenta otra nueva: “El duelo”, para continuar con otro ritmo introducido por el batería Juan Carlos Aizpun, sin la txalaparta del álbum, pero con la misma potencia: “Sé dónde vives”. Aún mejor recibida que “Sé dónde vives” llegó el clasicazo de los primeros tiempos de Koma: “Caer”, el recorrido de penurias que pasa cualquiera que ha sufrido el síndrome del burnout puede reconocer. Después de los tintes caribeños de “Me vacío”, tocaron la tanguero-metalera “El muro de Berlín” que comienza con el canto grave y carraperoso del gran Natxo Zabala.
Tras las nuevas “Los desheredados” y “El exterminador”, llegó la trepidante “El pobre” que se coreó en masa. Un poco más relajada “Imagínatelos cagando” y “La almohada cervical”, que conectó al 100% con unos asistentes que lucían orgullosos las camisetas, los parches y las muñequeras de pinchos propios del heavy metal. El propio Brigi vestía un chaleco con algún parche heavymetalero como el de Accept. Para la recta final, dejaron el clásico de la banda “El marqués de Txorrapelada”, tema que no podía faltar en el repertorio y la alegre caribeña “El sonajero”.
Los miembros del grupo desaparecieron después del escenario, entre vítores y solicitudes de más canciones, pues hasta el más despistado sabía que quedaban aún clasicotes ineludibles por interpretar. Tras unos instantes con el escenario apagado, reapareció el solista Natxo Zabala ejecutando un solo de guitarra al que se unió un poco más tarde para interpretar “Palabras mágicas”. La verdad es que personalmente, puestos a ofrecer un momento de relajo, hubiera preferido que tocaran “Marea gora” o “Deprimido singular”. Creo que siendo objetivos esta canción relajó demasiado el ambiente cuando el público seguía ávido de energía, pero la banda estaba defendiendo el nuevo disco alternándolo con viejos himnos a capa y espada. A Brigi le había dado tiempo a cambiarse la camiseta y colgar el chaleco reapareciendo con una camiseta negra y con una Explorer blanca en lugar de la Gibson Flying, su guitarra en forma de flecha. Añadieron otra nueva canción del último disco: “Saltos mortales” y atacaron con otra algo más añeja, “Sakeo” con la que invitaron a corear a los presentes.
Las tres últimas canciones no podían faltar del repertorio de Koma. La archiconocida “Aquí huele como que han fumao”, himno de toda una generación que corea hasta el gato de La Riviera y que cortan antes del final dejando paso a la parte trepidante de “Bienvenidos a Degüelto” en la que no falta el canto inicial de Natxo ni tampoco la parte guitarrera de despiporre en la que mezclan western, con vodevil y Cartoons. Magistral. Y para despedirse la siniestra y pegadiza “Mi jefe”, que también cantó hasta el gato de La Riviera. Valoración final: estos chicos siguen en plena forma, haciendo conciertazos por toda la geografía estatal, dándolo todo, disfrutando ellos mismos y haciendo disfrutar a todos. Merece muchísimo la pena acercarse a verlos descargar con la energía que les caracteriza.
Gracias, Koma, por este conciertazo. Os esperamos muy pronto de vuelta por los madriles y por todas las provincias donde os podamos ver.
Crónica por: Miguel A.R.
Fotos por: Ester Caballero
Si quieres ver más noticias como esta, visita nuestra sección Crónicas de conciertos
