Después de mucho tiempo sin trabajar las DIPAs, Octavo Arte lanza una cerveza de este estilo. Ella es Tarumba, una de las novedades de este invierno de la microcervecera.
Tarumba es una DIPA de 8% vol de alcohol. El nombre viene de un pequeño homenaje a un amigo de Tacho e Irene (los maestros cerveceros), quien utiliza mucho la palabra que la da nombre: «tarumba». Ha sido eleborada con dos lúpulos diferentes y de origen americano y neozelandeses. Uno de ellos es Citra, uno de tantos que suele estar presente en muchas de sus elaboraciones, y el otro es Motueka, lo que ha influenciado en sus matices tan marcados y característicos. Gracias a estos lúpulos utilizados, tenemos una cerveza artesana tropical y cítrica con aromas a mango, papaya y maracuyá. Pero en boca tiene un gusto a lima, pomelo, maracuyá, piña, papaya y mango. Pero también cuenta con una etiqueta muy impaciente con mucho poderío, carácter y personal, llena de colores vivos y fosforitos como son el rosa y el verde. La fusión perfecta para captar la atención de quien se guía por el diseño de la lata en un primer contacto. Pues vemos a un personaje monstruoso, que ha sido abducido por los encantos de lo que ofrece esta planta trepadora a la birra.
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En resumen, Octavo Arte por fin vuelve a dar una oportunidad a un estilo que llevaban tiempo sin trabajar. Han recuperado la DIPA. Esperamos que lancen más cervezas de este tipo, pero sin dejar de lado a las Hazy IPA, que tan bien le ha funcionado.
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