El pasado lunes 28 de abril hubo un apagón en toda Europa. Sí, se fue la luz en todas partes, lo que limitó bastante la comunicación, la movilidad y poder trabajar y hacer tu vida normal. Nosotros aprovechamos la ocasión para poder disfrutar de una cerveza fresquita antes de que fallara el frío de la nevera. Nos acordamos de nuestros amigos de Scone, que gracias a ellos nos llenaron de provisiones.
Sí así es, el martes 22 de abril fuimos a visitarles a su fábrica ubicada en Gijón (Asturias) y pudimos conocer in situ las instalaciones y disfrutar de su taproom. Gracias a esto, nos vinimos con cervezas de Scone. Lo cuál nos sirvió bastante, porque en medio del caos eléctrico, nos acordamos de Cristian y Carlos y de sus artesanas. Estuvimos rememorando el momento de la visita a su factoría y el buen rato que pasamos juntos, y el encuentro tan amistoso. Así que, nos tomamos una birra y elegimos la Pale Ale, la cual nos trae muy buenos recuerdos de la experiencia vivida en sus instalaciones, ya que fue ésta, la cerveza artesana que allí bebí en botella ese día, ya que no la tenían de barril pinchada en ese momento. Pero también hemos optado por la Barley Wine, esa si se puso disfrutar del barril allí. Con lo cual, es de agradecer este momento vivido. Nos salvó la día en ese instante que se paró el tiempo, y que no sabíamos que hacer. Y para no ponernos histéricos, todo se pasó con una buena cerveza, lo que nos sacó una buena sonrisa.
Al final la cerveza de Scone une a personas con una pasión única, que es el disfrute de la cerveza artesana desde la distancia. Ver como dos mundos están conectados como son Madrid y Gijón entre sí, es lo positivo de toda esta situación vivida. Finalmente nos tomamos una cerveza a tu salud.
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