Al igual que el equipo que organiza el festival Viña Rock y todos los trabajadores que tienen a su cargo, los redactores y fotógrafos también somos unos trabajadores profesionales que hemos ido al festival de Villarrobledo para ejercer nuestra función.
A pesar de ello, nos hemos encontrado con una serie de limitaciones que han dificultado que podamos trabajar como se ha podido otros años. Comenzando por tener que depender de un responsable de prensa al que teníamos que esperar para que nos bajara a los fosos. No creo que hubiéramos tenido queja si lo hubieran hecho bien en todos los conciertos, pero nos hemos encontrado en situaciones en las que el responsable llegaba cuando el concierto ya había empezado, lo que hacía que, durante el trayecto hacia el foso, los grupos ya hubieran tocado las tres primeras canciones. Puesto que solo se nos permitía estar dentro del foso en esos tres primeros temas, nuestro trabajo se tuvo que limitar únicamente a la tercera canción. Semejante a esto, fue el tema de dificultar el paso de los redactores a los fosos, cuando años antes tenían las mismas oportunidades que sus compañeros los fotógrafos.
Siguiendo con el tema de fotografiar, algún fotógrafo se ha encontrado en la situación en la que el grupo le pidió que subiera al escenario para hacerles fotos, facilitándole la pulsera que correspondía a ese escenario. Sin embargo, esto le debió de parecer poco a la organización cuando, aun teniendo la pulsera facilitada por el grupo, se les prohibía la entrada al escenario por no disponer de la pulsera de artistas, que tras varias quejas tuvieron que facilitarles los propios artistas para poder subir a los fotógrafos.
En cuanto al trato que hemos recibido en la zona de prensa, nos hemos encontrado con la situación de tener la puerta de los servicios cerradas, lo que nos obligaba a tener que salir a las letrinas que estaban al lado de la cruz roja o, en algunas ocasiones, tener que darnos toda la vuelta y pasar por el medio del pabellón para poder llegar a los servicios que, realmente, están a un paso de la sala de prensa si nos hubieran abierto las puertas.
Junto a este problema, viene el tema de tener que pagar botellas de agua para poder hidratarnos durante nuestro trabajo. Esto no quiere decir que todo lo que se ha vendido en la zona de prensa tenga que volver a ser gratis, porque en cuanto a refrescos, licores y alcohol cada uno tiene que pagar sus vicios. Pero el agua es considerada una necesidad que nos podrían haber facilitado.
Por último, nos gustaría aclarar que no nos están haciendo un favor por acreditarnos y permitirnos hacer fotos a los grupos. Somos profesionales, hacemos un trabajo profesional, para finalmente dar a la organización una buena publicidad.
Texto por: María Tejedor y Mikel Masa
Foto por: Mikel Masa